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Brayan Campo, el confeso feminicida de la niña Sofía Delgado Zúñiga, fue trasladado este jueves a la cárcel de alta y mediana seguridad de Valledupar, más conocida como La Tramacúa. En una de sus celdas, bajo estricta vigilancia, esperará a que la justicia colombiana defina de cuántos años será la condena por su horrendo crimen.
>> Vea acá más sobre el caso de Sofía Delgado
A bordo de un avión de la Policía Nacional y en medio de un importante dispositivo de seguridad, Brayan Campo fue enviado a la prisión donde pagan sus penas otros asesinos y violadores de niños, como Rafael Uribe Noguera (quien le quitó la vida a Yuliana Samboní) y Harold Andrey Echeverry (feminicida de Michel Dayana González).
Campo permanecía recluido en una estación de Policía del Valle del Cauca desde que fue capturado el pasado 15 de octubre y luego de que admitió, ante un juez de control de garantías, que asesinó a la pequeña Sofía Delgado. El confeso criminal aceptó los cargos de feminicidio agravado, secuestro simple, tentativa de secuestro (pues trató de llevarse a otra niña) y ocultamiento de material probatorio.
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El delincuente podría enfrentar una pena de hasta 60 años de cárcel por lo que le hizo a la niña de 12 años, la cual desapareció el 29 de septiembre tras salir de casa de su abuelita en el corregimiento de Villagorgona, municipio de Candelaria. La víctima iba por un champú para perritos, pues era amante de los animales, y el sujeto -que atendía una tienda de productos veterinarios- la atrapó después de llamar su atención con unos collares para mascotas.
Brayan Campo confesó que, una vez raptó a Sofía Delgado, la encerró en su local y la asesinó en el baño. Luego metió el cuerpo en bolsas y lo sepultó en un cañaduzal, convencido de que su terrible acto quedaría en la impunidad. No contaba, sin embargo, con que la otra niña que horas antes se había salvado de sus garras le contaría lo sucedido a las autoridades. La Policía y la Fiscalía General de la Nación descubrieron, en la escena del crimen, rastros de sangre y otras pruebas en contra del feminicida.
En La Tramacúa estuvo recluido Luis Alfredo Garavito, el mayor asesino en serie de niños en Colombia. Este sujeto pagaba una condena de 40 años de cárcel, pero en 2023 murió a causa de un cáncer de ojo.
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>> Conozca aquí las historias de otros niños asesinados en Colombia
Ubicada a 3.5 kilómetros de la vía que conduce del Batallón La Popa al corregimiento de la Mesa, en el departamento del Cesar, fue abierta en abril del año 2000. Tiene dos pabellones para sindicados, dos patios de mediana seguridad y pabellones de alta seguridad. Así mismo, cuenta con 20 celdas de seis metros cuadrados.
Debido a su infraestructura y nivel de vigilancia, La Tramacúa es considerada una de las penitenciarías más seguras de Colombia. Por su diseño, no hay casi espacio para que se filtre la luz. Por ello, los reos, en grupos de diez personas, deben tomar el sol solo una vez al día, de acuerdo con un reportaje del periódico El Tiempo.
La Tramacúa tiene capacidad para 1.600 internos y sus instalaciones alcanzan las 15 hectáreas. A los detenidos se les obliga a usar uniforme, a diferencia de lo que pasa en otras cárceles del país. En el patio tres, aislado del resto de la prisión, están criminales culpables de algunos de los delitos que más impacto han causado en Colombia, particularmente violadores y asesinos en serie. En esta parte de la cárcel hay dos pisos, con diez celdas cada uno, y los reos no suelen relacionarse entre sí.
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Ahora llega a La Tramacúa el feminicida Brayan Campo, a quien ya le habían abierto otro proceso por el presunto abuso sexual de una menor de edad, también llamada Sofía, en 2018. A los investigadores les causa intriga que la hija de Brayan también fue bautizada Sofía. ((En este enlace les contamos más sobre la obsesión del monstruo con el nombre Sofía))
Los padres de Sofía Delgado, doña Lady Zúñiga y el señor Cristian Andrés, esperan que todo el peso de la ley caiga sobre el asesino de su hija. Dicen que lo perdonan, pero que no descansarán hasta que la justicia terrenal y Dios hagan justicia.
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