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El próximo 1 de diciembre, la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales se reunirá con representantes del gobierno, los gremios y las centrales obreras para llegar a un acuerdo en el aumento del salario mínimo para 2026, que actualmente está en 1.423.500 pesos mensuales, con un auxilio de transporte de 200.000 pesos.
Aunque se ha especulado que el Gobierno nacional busca que el aumento para 2026 sea del 11%, el ministro del Interior, Armando Benedetti, sugirió a través de sus redes sociales que el incremento debería ser superior al 26%, lo que ya generó la reacción de Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, quien ya anunció que no participará en las conversaciones porque, según él, el Ejecutivo quiere fijar el reajuste por decreto.
Según Benedetti, cuando Gustavo Petro llegó a la Presidencia el salario mínimo estaba por debajo del millón de pesos y “este año puede terminar en $1.800.000”.
Asimismo, aseguró que “la inflación bajó, el poder adquisitivo es mucho mayor, tiene más plata en los bolsillos para poder gastar más. Además, la economía ha crecido como nunca, el dólar ha bajado. ¿Qué más quieren los trabajadores de Colombia?”.
El presidente de Fenalco reaccionó a las palabras de Benedetti, señalando que “decretar un salario mínimo de $1.800.000 para el próximo año significaría un reajuste del 26,44% respecto al salario actual. Un verdadero sinsentido”.
Según Cabal, esto sería “el primer paso para embarcar a un país en una hiperinflación es subir alocadamente los salarios para congraciarse con el pueblo”, lo que, a su parecer, es “puro populismo barato. Eso es pan de hoy y hambre para mañana”.
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El empresario, que cree que el Gobierno quiere fijar por decreto el aumento, dijo que “la decisión unilateral de aumentar el salario mínimo de manera tan desmedida solo puede obedecer a una estrategia populista electoral de engaño o a la ignorancia supina del gobierno. En ambos casos, es una muestra clara de irresponsabilidad. Colombia debe mirarse en el espejo de Venezuela, donde Chávez y Maduro llevaron a su país a la ruina por el efecto inflacionario de los aumentos demagógicos del salario mínimo”.
Finalizó expresando que “Antonio Sanguino no debe estar contento con su afirmación, pues una vez más sepulta la mesa de concertación laboral para este año”.
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Precisamente el ministro de Trabajo se pronunció en redes sociales y recordó que “solo hasta el 1 de diciembre, se instala la mesa de concertación de salario mínimo. En esta sesión el Dane presenta las cifras del producto interno bruto hasta el tercer trimestre del 2025, también presenta las cuentas nacionales de transferencia y la presentación del mercado laboral”.
Sin referirse a las palabras de Benedetti, subrayó que “existen unos parámetros contemplados en la norma que deben tenerse en cuenta para la fijación del salario mínimo como son: la meta de inflación del siguiente año, la productividad, la contribución de los salarios al ingreso nacional, el incremento del PIB y el IPC del año que termina. Y en esta ocasión el Gobierno incorporará el concepto y el informe de la OIT para Colombia de ‘salario vital y móvil’ establecido en la Constitución y que da cuenta del salario que garantiza el ingreso necesario para un mínimo de dignidad de los trabajadores”.
POR SANDRA SORIANO SORIANO
COORDINADORA DIGITAL NOTICIAS CARACOL
smsorian@caracoltv.com.co