Solo 1 de cada 3 colombianos podría tener ese beneficio. Las mujeres llevan la peor parte y los más pobres tendrían que trabajar más de 200 años para recibirla.
De los 36 millones de colombianos adultos, solamente 15,5 millones están afiliados al sistema pensional. Pero peor aún, de estos, solo 9 millones están cotizando con alguna frecuencia.
Eso valida la denuncia del contralor de que solo uno de cada tres colombianos va a lograr pensionarse.
Entre los que sí cotizan para pensión hay grandes brechas. Los más pobres apenas cotizan en promedio dos meses al año, es decir, la vida no les va a alcanzar para completar las mil 300 semanas exigidas para obtener su mesada pensional.
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Para ser más específicos, en palabras de Jairo Núñez, investigador de Fedesarrollo, “tendrían que estar 220 años laborando en el mercado”.
Eso no le sucede a los más ricos, que en promedio cotizan 11,5 meses al año y solo requieren 29 años para completar las condiciones que les garanticen una buena pensión.
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Pero en este desalentador panorama, la peor parte la llevan las mujeres, ya que mientras 40% de los hombres que cotizan al sistema tienen una probabilidad de pensionarse, apenas 10% de las mujeres que cotizan tienen esa misma posibilidad.
“La mujer se pensiona antes y no tiene cinco años más que los hombres para cotizar, y además entra cinco años más tarde al mercado laboral”, explica Jairo Núñez.
La difícil radiografía nace en la inmensa informalidad laboral que hay en Colombia y que llega al 53%.
Por eso, a millones de colombianos les está tocando conformarse con ingresar al programa estatal de los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS), donde hacen un pequeño ahorro que, junto con un subsidio del Gobierno, al final de su vida les garantizará una pequeña renta de mucho menos de un salario mínimo para subsistir.
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“Hoy hay 1.100.000 de vinculados, queremos llegar a 7 millones de colombiano. Esta es una posibilidad para las personas que no van a tener pensión”, explica Griselda Restrepo, ministra de Trabajo.
Al final de cuentas quienes sí logran pensionarse también quedan aburridos con la mesada que reciben. Por ejemplo “cerca del 90% de los pensionados que administra Colpensiones tiene entre uno y dos salarios mínimos”, sostiene Adriana Guzmán, presidenta de la entidad.
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Por todo esto, muchos ven como única solución una reforma pensional estructural que, además de garantizar una posibilidad real de jubilarse, le dé sostenibilidad financiera al sistema.