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La superestrella mundial Shakira regresó a Bogotá el 1 de noviembre con su gira mundial de conciertos Las Mujeres Ya No Lloran World Tour, la cual ha roto récords de asistencia y recaudación.
En esa última presentación, más de 47.000 personas vibraron con sus más éxitos. Este evento se sumó a las funciones previas de febrero, donde la artista también agotó boletería y dejó huella con su energía y conexión con el público. Sin embargo, uno de los momentos más íntimos y menos esperados de su paso por la capital colombiana ocurrió fuera de los escenarios: una visita privada y nocturna al prestigioso Museo del Oro, donde sorprendió al personal con su sencillez y espontaneidad.
La persona encargada de acompañar a la intérprete y a sus hijos en el recorrido fue Paula Hernández, mediadora del museo, quien compartió la singular historia que comenzó con una reserva VIP sin nombre. El mismo museo compartió un video en sus redes sociales con los detalles de dicha experiencia.
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Hernández relató que todo sucedió en un día de febrero. Llegó al museo y se dio cuenta de que tenía programada una visita VIP para las horas de la noche, pero inicialmente, desconocía la identidad de los visitantes. En el transcurso del día, solo supo que "iba a venir un artista y sus hijos". La mediadora, sospechó: "Shakira está en Colombia, de pronto es ella". Minutos antes de la llegada, la identidad se confirmó y Hernández confesó: "No puedo negar que me puse nerviosa", relató en el video.
Paula Hernández, con la idea de darle la bienvenida, consideró una "buena idea comprarle unas galletas colombianas que tienen el poporo quimbaya en su empaque, que es una de nuestras piezas más icónicas", recordó.
Curiosamente, la mediadora no tuvo que esperar mucho para que el regalo fuera útil, pues "lo primero que nos dijo es que tenía hambre". Shakira tuvo la posibilidad de comer las galletas, y así inició el recorrido por el Museo del Oro.
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La visita se centró en piezas específicas. Los visitantes, incluida Shakira, estuvieron en una vitrina particular y recorrieron el tercer piso del museo, que está "relacionado con la simbología de estos objetos". El encuentro se transformó en un espacio de intercambio intelectual y personal, pues según Hernández, "fue una visita muy bonita porque los museos son espacios para generar diálogos". Tanto la artista como sus hijos "preguntaron muchas cosas y entre ellos se generaron conversaciones muy bonitas".
La mediadora del museo reflexionó sobre la riqueza de su labor, destacando la diversidad de las personas que conoce: "Hay una cosa que es maravillosa en el trabajo de mediadora y es que tengo la posibilidad de conocer gente del mundo entero con distintas formas de ver el mundo, con distintas formas de vivir y eso es lo más interesante de este trabajo".
Aunque la guía decidió no pedirle una fotografía, fue la propia cantante quien lo sugirió. "yo no le quise pedir una foto, fue ella la que dijo que quería una foto con su guía" y mostró la imagen que quedó para el recuerdo.
Aprovechando la visita de la famosa cantante, el museo extendió la invitación a todos los visitantes, "Aquí todos son bienvenidos, desde los que vienen por primera vez como Shakira hasta los que nos han visitado en múltiples ocasiones", dijo. El personal del museo resalta que asistir a las visitas guiadas gratuitas es una oportunidad no solo para conocer a las sociedades prehispánicas que produjeron los objetos, sino también para "conocer y valorar la gran diversidad cultural que habita hoy en territorio colombiano".
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Durante su gira mundial, Shakira ha aprovechado momentos fuera del escenario para compartir con sus hijos, Milan y Sasha e ir a espacios culturales. Además de esta visita, la artista también aprovechó su último concierto en la capital mexicana, para asistir al museo de Frida Kahlo.