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Este lunes 6 de octubre, fue emitido el capítulo 67 del Desafío Siglo XXI, un episodio marcado por el inicio oficial de la tercera etapa del programa. Andrea Serna apareció en pantalla para confirmar que, desde ahora, solo dos equipos siguen en competencia: Gamma y Omega, quienes deberán adaptarse a nuevas reglas y finanzas dentro del juego.
El arriendo en las casas subió de 20 a 25 millones de pesos, y el premio para el mejor equipo del ciclo también aumentó al mismo valor. En esta fase, la estrategia y la administración del dinero serán tan importantes como la fuerza física.
El inicio del ciclo trajo consigo cambios que no todos recibieron con entusiasmo. Zambrano, quien pasó a Omega, reconoció sentirse “extraño” ante la nueva dinámica:
“Hay nostalgia, pero así es la ley del juego. Uno tiene que florecer en otro terreno”, dijo. Por su parte, Katiuska se mostró conmovida tras separarse de su amigo Juan, ahora en Gamma:
“Me dio muy duro tener que separarme de Juan. Teníamos un sueño en conjunto, pero no me puedo arrepentir”, confesó. Con las nuevas alianzas formadas, los equipos comenzaron a analizar sus estrategias para enfrentar lo que promete ser una etapa mucho más exigente.
El primer reto de la noche fue un desafío millonario, donde Omega y Gamma se enfrentaron por 50 millones de pesos. Aunque Gamma arrancó con ventaja, los errores de comunicación y el desespero los llevaron a perder el ritmo.
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Omega remontó con fuerza gracias a la coordinación de Katiuska, Zambrano, Eleazar y Manuela, quienes lograron completar todo el circuito. “Estábamos perdidos”, admitió Mencho, mientras Andrea Serna resaltó el espíritu de equipo de los ganadores.
Con esta victoria, Omega eleva sus finanzas a $157 millones, mientras que Gamma queda con $122 millones.
La gran protagonista del capítulo fue Katiuska, quien no solo celebró la victoria de su equipo, sino que también recibió un superpoder especial: tendrá la autoridad exclusiva para elegir a los dos primeros sentenciados del nuevo ciclo, un hombre y una mujer, sin consultar con su equipo.
Este giro promete generar tensiones dentro del grupo, ya que sus decisiones podrían definir el rumbo de la competencia. Con solo dos equipos en juego, más dinero en disputa y poderes individuales que pueden alterar las alianzas, el Desafío 2025 entra en una fase crucial.
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Cada capítulo pone a prueba no solo la fuerza y resistencia de los participantes, sino también su capacidad para estrategizar, liderar y sobrevivir al cambio.
“Solo los más fuertes, física y mentalmente, llegarán a la final”, recordó Andrea Serna al cierre del episodio.
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