

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Por años, el vínculo entre los actores Diego Trujillo y Tatiana Rentería fue uno de los más sólidos y discretos del entretenimiento colombiano. Su historia parecía haber sobrevivido a los desafíos habituales de las parejas expuestas a la vida pública, por eso el final de su relación fue una gran sorpresa.
Ahora, Rentería reveló a La Red que esa separación estuvo marcada por una infidelidad que la desbordó emocionalmente y acabó con su confianza. Sin embargo, ambos han construido una relación amistosa sólida que los ha mantenido unidos y como fuente de apoyo a su hijo Simón.
Rentería recordó que su unión con Trujillo nunca pasó por los ritos tradicionales, pero tuvo un simbolismo profundo. “No nos casamos ni por la iglesia ni por lo civil, pero hicimos un ritual los dos solos en Barú”, contó. “Era la luna llena, Diego y yo, el mar y una conversada tremenda sobre lo que cada uno esperaba de unirse con otra persona. Siento que ese ritual permitió que pudiéramos ser amigos para el resto de la vida”.
Pero esa armonía se quebró de manera abrupta. En su testimonio, la actriz reconoció que el quiebre definitivo llegó con la aparición de otra mujer. “Debo contar que sí se atravesó una tercera persona que, desde mi mirada, rompió la historia de amor, porque todas las demás cosas yo siento que uno las puede trabajar".
Indicó que "apareció una persona en la vida de él, y decidí separarme porque no me lo esperaba, no me lo veía venir”. La situación se tornó más dolorosa cuando descubrió que esa persona era cercana a ambos. “Fue como una doble puñalada trapera, me dolió mucho, mucho, mucho. Me enloquecí un poco, me desconocí a mí misma, quise mandar todo al carajo”, confesó con honestidad.
Publicidad
La actriz describió ese año como uno de los más difíciles de su vida: “No fui yo, no estaba en mí. Tenía mucha ilusión de no separarnos, pero no tenía seguridad de nada”. Aunque Diego Trujillo le propuso continuar como novios y ambos intentaron seguir juntos, Tatiana no logró sobreponerse a la herida. “Me enloquecía con un mensaje, con una llamada, me tomaba dos vinos y me enloquecía”, recordó, reflejando que a pesar del amor, la confianza se había destruido.
A pesar de la ruptura, el vínculo entre ambos nunca se quebró del todo. La prioridad fue Simón, su hijo, y el respeto mutuo que los mantuvo cerca. Con el paso del tiempo, esa cercanía se transformó en un renacer afectivo. “Cinco años después decidimos darnos una nueva oportunidad. La gente nos decía: ‘ustedes se tratan tan bonito, son tan buenos amigos, ¿por qué no vuelven?’”, relató Rentería. Así lo intentaron, desde la madurez y la nostalgia, pero pronto comprendieron que funcionaban mejor como amigos que como pareja.
Ese cierre definitivo fue también el comienzo de una nueva etapa para Tatiana Rentería, aunque el destino le tenía reservada otra historia increíble. Tiempo después, creyó haber encontrado nuevamente el amor a través de internet. “Empecé a chatearme con un personaje colombiano que vivía en Alemania, que decía llamarse Jaime Serón. Era un poeta impresionante, escribía de una forma hermosa en su red social y tenía muchos seguidores”, contó. Las palabras de aquel hombre misterioso la cautivaron, y durante cinco meses construyeron un romance virtual basado en cartas y promesas.
“Fue una relación de amor profundo por cartas”, dijo Tatiana. “Tengo todas esas cartas guardadas porque algún día quiero escribir un libro”. Sin embargo, el idilio se desmoronó repentinamente: “Un día la página de Jaime Serón desapareció. Luego supe que tenía a tres novias. Nos hablamos entre nosotras y entendimos la magnitud del engaño”.
Publicidad
Dos meses después, recibió una carta del verdadero autor del perfil, quien le confesó su identidad y los motivos detrás de la farsa. “Ese fue mi primer amor después de Diego, el amor donde me refugié y que, paradójicamente, me hizo volver a creer en el amor”, concluyó.
MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL