Tocar fondo era el único destino posible para este pececito dorado, hasta que un amigo logró que volviera a nadar, gracias a un dispositivo casero.
Nada parecía funcionar al momento de intentar que el animal flotara. Se veía triste allí, varado en el fondo del acuario.
Derek, que trabajaba en el lugar, se puso a la tarea de indagar en las causas de su pasividad. Lo probó todo: le cambió la dieta, lo integró con otros peces, cambió hasta el pH del agua. Y el pez seguía anclado.
Pero el bombillo se le iluminó a Derek. Decidió fabricarle una especie de silla de ruedas con pesas en la parte baja y una espuma sobre su cabeza. Ya en el agua, le fue quitando peso, hasta que quedara tan cómodo como para nadar con plena independencia.
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How wheelchair goldfish gets suited up for his day pic.twitter.com/AbwoOrpdRn
— Taylor Nicole Dean (@taylorndean) March 15, 2017
Taylor Nicole Dean, amiga de Derek, ecologista y youtuber de 19 años, se encargó de difundir la historia en las redes sociales y miles se derritieron de amor.
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@taylorndean I drew your friends cute little fishy! Little guy deserves all the love ❤️ pic.twitter.com/uL4F0BDGOg
— Jasmine! 😈🏳️🌈💖💜💙 (@BioticGalaxy) March 17, 2017
Final feliz para este pez dorado que se libró de la pesadilla de no poder nadar, gracias a un humano que se conmovió de tan pequeña criatura.