Un ganadero fue multado con 5.500 euros por matar accidentalmente a 25 sapos al instalar una cerca electrificada para atajar a sus reses en la comarca del Ripollès, en Cataluña, España, lo que provocó que sus colegas hicieran una manifestación con tractores al considerar la medida “desproporcionada”.
Los molestos ciudadanos, según informó el diario El País, exigieron “normativas que se adapten al medio rural y se apliquen con sentido común”.
La multa de 5.500 euros por matar accidentalmente a 25 sapos corresponde a 3.000 por violar la ley de patrimonio natural y 100 por cada anfibio, ya que pertenecían a una especie protegida.
Los ganaderos consideran que la medida es arbitraria por “decidir cómo y cuándo” pueden trabajar y porque quienes la impusieron laboran en “despachos”, alejados de la vida del campo.
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El hombre sancionado por matar accidentalmente a 25 sapos le dijo a El País que nunca puso la cerca electrificada para acabar con los anfibios.
Fue “para evitar que las vacas entren a la carretera”.
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“Parece que molestemos y así no podemos aguantar. El sector de la leche, las ovejas y la carne se hunde (…) El ruido de los cencerros molesta, pero en Barcelona frenan los coches ante los semáforos cada dos minutos y no pasa nada”, agregó molesto.