Un atasco en el tráfico estuvo a punto de arruinar el día más importante de Alma Santiago, pero siempre hay un ángel en el camino dispuesto a ayudar.
La novia sabía que tenía que cumplir como fuera esta cita, pero el destino parecía empeñarse en ponerle todos los obstáculos.
El vehículo que llevaba a Alma a la catedral de Santo Domingo, en Oaxaca de Juárez, quedó detenido a pocos kilómetros de su objetivo. El problema es que la novia ya iba retrasada y Pablo, su prometido, aguardaba ansioso en el altar.
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Alma y su primo se bajaron del carro nupcial e intentaron parar sin éxito al menos tres motocicletas que zigzagueaban en medio del trancón.
Pero sólo un hombre atendió el llamado de esta novia desesperada y accedió a llevarla hasta la iglesia, eso sí, tuvo que dejar a su pareja y copiloto, para cumplir con su misión.
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Alma y Pablo se casaron, gracias a este buen samaritano.
Y después de hacer un llamado a través de Facebook para localizarlo, el hombre apareció en el municipio Putla Villa de Guerrero. Como los héroes genuinos, no aceptó compensación alguna. Dijo que había sido un gusto haber ayudado.
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