Al certamen, organizado en República Checa, le llovieron críticas por considerar que atentaba contra la dignidad de las mujeres.
Diez aspirantes, recién egresadas de bachillerato, se inscribieron en el certamen buscando una oportunidad de aprendizaje. La promesa: la posibilidad de trabajar dos semanas en la planta de Temelín, ubicada en inmediaciones de Praga, capital checa.
El área de comunicaciones de la empresa publicó las fotos de las candidatas en traje de baño. Tras la avalancha de críticas, la publicación tuvo que ser retirada del ‘fan page’.
Un instituto cercano era el que anualmente organizaba el concurso, pero en esta ocasión se decidió hacerlo en la central nuclear, según el portal Huffington Post.
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La empresa que opera la planta aseguró no estar relacionada con la organización y recordó que es propiedad del Estado.
Tras las fuertes críticas en redes sociales, la central nuclear decidió dar marcha atrás con el concurso.
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“No quisimos ofender a nadie. El objetivo era promover la educación técnica, pero si la iniciativa planteó dudas o preocupaciones, lo sentimos mucho", afirmó la compañía en un comunicado publicado en Facebook.