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El universo de las relaciones románticas no deja de reinventarse al ritmo de las redes sociales. Después de que términos como ghosting o benching se normalizaran en la jerga digital, una nueva moda sacude el debate sobre el amor moderno: el 'Shrekking', una práctica que, aunque surgió como un meme, ha generado una fuerte conversación sobre los estándares de belleza y la búsqueda de estabilidad emocional.
El término se inspira en Shrek, el icónico ogro verde de DreamWorks que, pese a su apariencia poco agraciada, logra conquistar a Fiona gracias a su autenticidad y bondad. Trasladado al terreno de las citas, el concepto hace referencia a salir con alguien considerado “menos atractivo” bajo la idea de que, al no estar dentro de los cánones de belleza dominantes, esa persona podría ser más leal, atenta y comprometida en una relación.
La moda, popularizada en TikTok y replicada en otras plataformas, nació de videos y comparaciones en redes que enfrentan experiencias pasadas con parejas “muy atractivas”, pero emocionalmente decepcionantes, frente a otras “menos llamativas” pero más afectuosas.
Para quienes defienden la práctica, el “Shrekking” cuestiona la superficialidad que suele regir las elecciones románticas y propone mirar más allá de la apariencia física. Es, en parte, una crítica a la cultura de la inmediatez y la imagen perfecta que domina en aplicaciones de citas, donde muchas veces lo estético pesa más que la compatibilidad real.
Sin embargo, los críticos advierten que el fenómeno también refuerza estereotipos dañinos: reduce a las personas a su nivel de atractivo, convirtiendo a quienes no encajan en estándares hegemónicos en una especie de “plan B” de conveniencia, más que en sujetos de deseo genuino.
Especialistas en psicología y sexología señalan que la felicidad en pareja no depende de la belleza, sino de factores mucho más complejos: comunicación, confianza, respeto y compatibilidad emocional. De hecho, salir con alguien “menos atractivo” no garantiza estabilidad ni mejores vínculos.
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Algunos usuarios en redes sociales han denunciado que la tendencia puede normalizar formas sutiles de discriminación estética o incluso cosificación, al evaluar a las personas en función de cuán “atractivas o no” resultan en una escala social marcada por la presión de la apariencia.
Aunque nació como un término humorístico, el fenómeno refleja la tensión que existe entre lo que dicta la cultura visual contemporánea, selfies, filtros, cuerpos normativos, y la necesidad de vínculos auténticos. En este sentido, el 'Shrekking' abre la discusión sobre lo que realmente buscamos en una relación: ¿una pareja que encaje con estándares estéticos o alguien que nos ofrezca seguridad, empatía y compañía?
💔✨ Ha nacido una nueva tendencia amorosa: el shrekking.
— CENTRO Digital (@radiocentroec) October 1, 2025
Se trata de salir con alguien que percibes “menos atractivo o con menos estatus”, solo para sentirte seguro en la relación.
Lo llaman amor con casco de seguridad emocional. 🚦
¿Es realmente amor… o solo estrategia? pic.twitter.com/hSxaJNd63M
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