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Decenas de familias en Bogotá aseguran haber sido víctimas de un engaño millonario con supuestos remates de viviendas y bodegas. Según los denunciantes, una mujer identificada como Jenny Astrid Moreno Beltrán les prometió casas, apartamentos y bodegas que nunca entregó.
Séptimo Día conoció las denuncias de estas personas, quienes afirman haber perdido sus ahorros y aseguran que con estos falsos procesos de remate jugaron con sus sueños y los de sus familias.
Uno de los afectados, Orlando Castiblanco, trabajador independiente de 46 años, relató: “Yo la demandé, pero todas esas demandas, digamos, nunca prosperaron”. Junto a él también denunció Jairo Alexander Monroy, comerciante de 50 años. Ambos afirmaron que confiaron en Jenny Moreno por la supuesta experiencia que decía tener en remates de inmuebles.
Alexander Monroy explicó que lo que buscaba era una bodega, pero la negociación no resultó como esperaba. “Ella me dice que se dedica a remates de inmuebles, apartamentos, casas o bodegas y como tal lo que yo necesitaba era una bodega... Me ofreció una bodega de remate y me dio confianza”.
Por otro lado, Orlando recibió una oferta que calificó como tentadora. Aunque inicialmente buscaba una bodega, Jenny le ofreció un apartamento en Soacha bajo la modalidad de remate y a bajo costo. Según él, el inmueble estaba avaluado en 70 millones de pesos, pero ella le aseguró que podía adquirirlo por $30 millones.
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“Me insistió y me dijo: ‘Mire, eso le sirve después como para venderlo y de pronto tener más capital para el tema de una bodega’”, recordó Orlando, quien aseguró que la mujer le mostró el inmueble a través de fotografías y documentos que le generaron confianza, por lo que decidió invertir.
El 24 de agosto de 2018, Orlando aseguró que entregó $8 millones a Jenny Astrid Moreno, quien le prometió que en un plazo máximo de tres meses le entregaría el inmueble. El mismo compromiso, según denunció, fue el que hizo a Jairo Monroy en 2023.
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“La bodega estaba en 800 millones de pesos y ella me la ofreció en $450 millones. Me dijo que tenía que abonar un dinero, yo le aboné 130 millones de pesos”, mencionó Jairo.
Ambos coincidieron en que Jenny Moreno les generaba confianza al presentarse como abogada. “Es una señora ya adulta y eso ayuda a que uno tenga confianza”, dijo Jairo. Orlando agregó: “Era superprofesional en eso porque mencionaba unos términos muy técnicos de remates”.
Sin embargo, con el tiempo empezaron a surgir las dudas. Tras entregar el dinero, la mujer dejó de comunicarse con ellos. “Nos dimos cuenta que tenía 10, 12 procesos. Entonces me di cuenta que me ha estafado”, relató Jairo.
Al igual que ellos, otras personas aseguran haber sido víctimas de esta mujer tras ser engañadas con inmuebles que nunca les fueron entregados. Alba Hernández, ingeniera industrial, y Miriam Peña, bogotana independiente, relataron que su pesadilla comenzó cuando un conocido las presentó con Jenny Astrid Moreno: a Alba, a mediados de 2022, y a Miriam, en 2018.
“Ya han pasado 3 años y ni dinero de vuelta ni los predios como tal y pues tampoco con la justicia ha pasado nada”, afirmó Alba Hernández.
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Para Miriam Peña, la ilusión de conseguir un apartamento para su madre era un verdadero anhelo, pues soñaba con darle una vejez tranquila, cómoda y digna. Sin embargo, asegura que esta mujer truncó ese sueño.
“Fue muy duro porque yo quería tener un apartamento para ella, para que ella viviera, estuviera cómoda, y todo quedó en ilusiones. Queríamos que dejara de pagar arriendo y que ella viviera mejor. Una señora de 76 años, ella está muy enferma, muy delicada de salud.... pero esta señora nos estafó”, relató Miriam Peña.
Jenny les ofrecía propiedades a bajo costo. A Alba Hernández le propuso un apartamento frente a la Universidad Nacional y le pidió consignar un pago inicial del 14% del valor del inmueble, que, según ella, costaba alrededor de 90 millones de pesos.
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Por su parte, Miriam Peña aseguró que en 2018 le entregó $76 millones a Jenny. Además, Alba aceptó otro negocio por una bodega en remate, para lo cual entregó una suma millonaria que tampoco le fue devuelta ni se materializó en propiedad alguna.
Las víctimas firmaron documentos como pagarés o letras, pero luego comprobaron que carecían de validez jurídica. “El primer proceso lo rechazaron por los pagarés. Son pagarés que ya hacen mal hechos… Ella conoce muy bien el sistema judicial y cómo opera la justicia”, relató Alba Hernández.
En el sistema judicial aparecen más de diez procesos en su contra, pero las víctimas aseguran que hasta el momento no ha habido avances.
Séptimo Día buscó a Jenny Moreno para conocer su versión de los hechos. El pasado 29 de agosto de 2025, la periodista le preguntó por el dinero que le habían entregado las víctimas. Ella respondió: “No, eso se está tramitando. ‘¿Dónde está el dinero?’ Están en el Banco Agrario y en los juzgados”. Asimismo, negó rotundamente haber engañado a estas personas, pese a que no volvió a comunicarse con ellas y hasta hoy no han recuperado su dinero.
El equipo periodístico pudo comprobar que Jenny Moreno no es abogada, como afirman los denunciantes.
De acuerdo con Oscar Casas, especialista en remates, estas estafas prosperan por la falta de información. “La mayoría de personas acceden a un remate por medio de terceros, pero no intervienen en el proceso ni se educan para entender qué tipo de negocio están haciendo”, señaló.
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El abogado Jhon Villamil advirtió que en Colombia los remates judiciales son efectivos, pero no requieren intermediarios. “Lo primero es corroborar que efectivamente existe una diligencia de remate. Lo segundo, entender que en este tipo de procesos no existen terceros ni intermediarios. Hay páginas en internet que lo que hacen es recopilar la información a nivel nacional de todos esos archivos de remate”.
Hasta el momento, las denuncias contra Jenny Moreno Beltrán continúan en los despachos judiciales, mientras que las familias afectadas aseguran no haber recuperado su dinero ni las propiedades prometidas. En el despacho judicial reposan más de una decena de procesos en su contra, y las víctimas insisten en que esperan respuestas efectivas tras años de insistencia y trámites.