Censurado, así terminó el comercial de la firma constructora 84 Lumber, para el Super Bowl, el gran evento deportivo del año en los Estados Unidos.
La cadena de televisión Fox, que transmitirá el Supertazón, pidió que la pieza publicitaria se editara para quitarle el momento en el que un grupo de personas se encuentra con un gran muro que pareciera el que prometió levantar Donald Trump en la frontera con México.
Las protagonistas del comercial son una mujer y su hija, de facciones hispanas, que emprenden una travesía por zonas desérticas y ríos, intentando llegar a un lugar, pero el muro se los impide. Esa última parte ya fue retirada del video.
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Sin muro, por ahora, la empresa 84 Lumber invita a los que vean el comercial en la televisón a ingresar a la página web de la empresa para que, en el intermedio del Super Bowl, reproduzcan allí el video sin censura, es decir, con muro.
Al rescate de un alce
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Atrapado y a punto de desfallecer, tres expedicionarios encontraron a un alce en un río congelado en Suecia. Y decidieron ayudarlo, a costa de sus propias vidas.
Viktor Johannessen se puso unos patines de hielo y, con hacha en mano, empezó a romper la gruesa capa que no le permitía moverse al animal.
El alce parecía demasiado débil para escapar de la muerte; sin embargo, al final el esfuerzo dio sus frutos y esta criatura alcanzó la orilla. Misión cumplida.
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El rey ligre
Un parque zoológico itinerante de Rusia se deshace en mimos y cuidados con su majestad, una cría de león y tigresa llamado Zar.
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Tumbado sobre un sofá en el furgón del director del zoológico, este ligre con pelo beige, como los leones, y con rayas de tigre espera con impaciencia su biberón de leche.
Zar nació el 11 de noviembre durante una gira del zoológico por la región de Rostov del Don y se alimenta de leche de cabra. Bebe alrededor de un litro diario.
Su madre, Princesa, única tigresa del zoológico, no quedó bien del parto y no puede amamantarlo. Parió tres ligres, de los que sólo sobrevivió Zar, según Airapetian.
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"Los híbridos como estos son muy raros, y generalmente son más débiles que los cachorros de león o de tigres", explicó Dimitri Miloserdov, investigador del Museo Darwin de Moscú. Además, los machos son "estériles".
"Pero si se les cuida bien pueden crecer y vivir mucho tiempo", precisa.
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La administración del zoológico es muy consciente de ello. Zar come en cuanto tiene hambre, duerme 16 horas diarias y juega cuando se le antoja.
La tigresa no tiene acceso al cachorro y el león César, su padre, tampoco.
El ligre, de dos meses y medio y unos 5 kilos de peso, es todavía demasiado pequeño y frágil para conocer a sus padres.
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