No es la historia de Andrés Felipe Arias sobre el caso Agro Ingreso Seguro, de eso se ha escrito y se ha dicho mucho. La Corte Suprema confirmó la condena de 17 años y 5 meses. Esta es una reflexión del exministro, de cómo ha asumido la cárcel en Estados Unidos y aquí y cómo logró encontrarle un sentido a su destino.
Un libro que encontró de milagro en una celda fue la tabla de salvación para Andrés Felipe Arias cuando lo detuvieron en Estados Unidos y lo llevaron a una cárcel federal en la que estuvo recluido dos años, esas páginas han sido su salvación permanente para aprender a sobrellevar 17 años y medio de su larga condena, hasta hizo un video, privado primero, que se volvió viral después, en el que hace un relato de cómo le encontró sentido al sufrimiento y a su vida privado de la libertad.
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Cuando Andrés Felipe Arias estaba recién llegado a la cárcel federal a Miami, en Estados Unidos, muy asustado y triste, tuvo la suerte de encontrarse en su celda con una luz, un libro olvidado que le cambió la vida. El relato estremecedor de Viktor Frankl, un psiquiatra austriaco que sobrevivió al Holocausto y padeció el hambre, el miedo, el frío, la enfermedad y la tragedia de la muerte todos los días en los campos de concentración y que a pesar de todo eso entendió que la vida tiene sentido y que vale la pena vivirla y que la dignidad y la libertad son indestructibles. Son 162 páginas que se convirtieron en su propia liberación. Preso, pero libre. Lo leyó varias veces y encontró la inspiración ahí, en ese lugar tan oscuro para sacar fuerzas y diseñar su propio plan para sobreponerse.
En el 2011, por el proceso por el escándalo de Agro Ingreso Seguro, Andrés Felipe Arias fue recluido en la Escuela de Caballería en Bogotá. Dos años después, quedó en libertad por orden del Tribunal Superior y argumentando que era perseguido político en el 2014 el exministro y su familia se fueron de Colombia a Estados Unidos, donde iniciaron trámites para pedir asilo. Unos días después la Corte Suprema lo condenó a 17 años y cinco meses de prisión, por los delitos de celebración de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación. Ya había pasado tiempo detenido en Colombia, pero los casi dos años en esa cárcel en Miami, mientras llegaba el pedido de extradición fue la experiencia más difícil que ha tenido que enfrentar.
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Aunque Andrés Felipe siempre ha defendido su inocencia, esta lucha no es contra tribunales ni jueces, es una batalla con él mismo.