La violencia y la intranquilidad irrumpieron en el barrio El Paraíso, que se convirtió en un campo de batalla por parte de las bandas que delinquen en Caracas, Venezuela.
Los enfrentamientos entre estas bandas son el pan de cada día en este barrio. Hace menos de una semana una nueva balacera sacudió este sector de clase media.
La pandilla de alias ‘el Coqui’, uno de los delincuentes más temidos de la Cota 905, abrió fuego contra agentes de la Policía que atendían un pleito vecinal.
La reacción de las autoridades fue activar un operativo de respuesta contra los criminales, lo que causó pánico en los habitantes.
Publicidad
“Eso era plomo por seis horas continuas. Muchos tuvimos que dormir en el piso hasta el otro día porque era una guerra campal, esto es un deterioro. Estamos mandados por bandas delictivas”, manifestó Hilda Materán, una habitante del sector.
Las balas alcanzaron ventanas de apartamentos y vehículos. Un niño resultó herido en su propia vivienda y un hombre que se encontraba haciendo fila para surtirse de combustible también fue herido por los disparos.
Publicidad
Dosky, un perro de raza dálmata, murió tras recibir el impacto de un proyectil.
Según expertos, no existe un plan verdadero para combatir a las grupos delincuenciales de la capital venezolana , que tienen azotados a los sectores residenciales.
“Hay que admitir que no solo las megabandas criminales controlan el territorio. Hay otras estructuras del crimen como los colectivos armados y violentos”, declaró Fermín Mármol un abogado criminalista.
“También tenemos el ELN, disidentes de las FARC y las Bacrim colombianas en territorio venezolano”, añadió.
Publicidad
Defensores de derechos humanos consideran que cualquier acción que ponga en riesgo a civiles no es una estrategia efectiva para enfrentar la delincuencia.
Sin embargo, también enfatizan en la necesidad de devolver a la ciudadanía los espacios que fueron tomados por los criminales.
Publicidad