
El cónclave para elegir al nuevo papa comienza tradicionalmente entre 15 y 20 días después de que la Sede Apostólica queda vacante, ya sea por fallecimiento o renuncia del Pontífice. Este periodo permite que todos los cardenales con derecho a voto puedan llegar a Roma desde diversas partes del mundo. La fecha exacta del inicio es determinada por el Colegio de Cardenales , que se reúne en las llamadas Congregaciones Generales previas al cónclave, que en esta ocasión, da inicio el próximo miércoles, 7 de mayo de 2025. Ese día, un total de 133 cardenales menores de 80 años se encerrarán en la Capilla Sixtina para comenzar el proceso más reservado de la Iglesia Católica: la elección del sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado mes de abril.
Tras la culminación de las misas de sufragio por el fallecido pontífice Francisco, la Iglesia Católica se encamina hacia uno de sus momentos más solemnes y decisivos: el cónclave, que elegirá al papa número 267 en la historia, luego de que los electores ingresen al estricto aislamiento en la Capilla Sixtina para iniciar las votaciones. De acuerdo con lo explicado por Vatican News, una vez la Sede Apostólica abre una vacante, se activa un proceso previsto en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II y actualizada por el papa Francisco. Este documento regula todos los aspectos del período interregno y del cónclave, incluido el calendario que ha de seguirse.
Hora y fecha exacta para seguir el cónclave desde Colombia
Este miércoles 7 de mayo habrá dos principales momentos para ver la votación: a las 3 de la mañana (hora Colombia) será la misa Pro Eligendo Pontifice; posteriormente, a las 9:30 a.m. (hora Colombia), los 133 cardenales electores ingresarán en estricto aislamiento a la Capilla Sixtina para iniciar las votaciones que definirán al próximo papa. En el primer día, si las circunstancias lo permiten, se realiza una primera votación; de no lograrse una mayoría de dos tercios, las votaciones continúan en los días siguientes, con hasta cuatro votaciones por jornada (dos por la mañana y dos por la tarde). Los resultados se anuncian por medio del humo que emerge de la chimenea de la Capilla Sixtina : negro si no hay acuerdo, blanco si un nuevo papa ha sido elegido.

La norma explica que es el Colegio de Cardenales el encargado de establecer la fecha de inicio del cónclave. Aunque el período de espera habitual oscila entre 15 y 20 días después de la vacancia de la Sede, este plazo puede reducirse si todos los cardenales con derecho a voto ya se encuentran en Roma. El objetivo de este intervalo es asegurar que todos los electores —cardenales menores de 80 años— tengan el tiempo suficiente para llegar desde cualquier parte del mundo y participar en las congregaciones generales previas, en las que se tratan temas logísticos, se revisan perfiles de candidatos y se analiza la situación de la Iglesia.
Una vez fijada la fecha de inicio del cónclave, que en esta ocasión se fijó para el 7 de mayo, el proceso comienza de manera pública y solemne con la celebración de la misa Pro Eligendo Pontifice (Por la elección del Pontífice). Esta liturgia, presidida normalmente por el cardenal decano o el más veterano entre los presentes, se celebra en la Basílica de San Pedro y está abierta a fieles, medios de comunicación y delegaciones diplomáticas. Su finalidad: pedir la guía del Espíritu Santo para la elección que se avecina.
¿A qué hora empieza el cónclave?
Tras la misa, usualmente ese mismo día en la tarde, se inicia el traslado de los cardenales a la Capilla Sixtina, donde se llevará a cabo el cónclave en estricto aislamiento. El ingreso se produce alrededor de las 4:00 p.m. o 4:30 p.m. (hora de Roma), que en Colombia es a las 9:30 a.m.; en ese momento, los cardenales se reúnen en procesión desde la Casa Santa Marta, donde se hospedan, hasta el lugar de votación. En el caso del próximo cónclave, que comenzará el miércoles 7 de mayo, serán 133 los cardenales con derecho a voto, y se requerirá que al menos 89 de ellos coincidan en su elección para que un candidato sea proclamado como el nuevo Romano Pontífice.
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Así se desarrolla toda la jornada del cónclave
Papeletas y juramentos
Según explicaciones de Vatican News, cada cardenal recibe varias papeletas rectangulares, preparadas por el maestro de ceremonias. En la parte superior de la tarjeta figura la frase en latín: "Eligo in Summum Pontificem" (Elijo como sumo Pontífice), y en la parte inferior se encuentra el espacio reservado para escribir, a mano, el nombre del candidato elegido. Antes de iniciar la votación, se eligen mediante sorteo tres escrutadores, tres encargados de recoger los votos de los enfermos (conocidos como infirmarii) y tres auditores, quienes posteriormente verificarán la legalidad del proceso. Si alguno de los seleccionados está impedido por razones de salud o edad, se extraen nuevos nombres.
Cuando llega el momento de votar, uno a uno, por orden de precedencia, los cardenales se dirigen al altar portando su papeleta visiblemente levantada. Frente a todos, pronuncian la fórmula de juramento: "Pongo por testigo a Cristo Señor, que me juzgará, de que mi voto es dado a aquel que, según Dios, creo que debe ser elegido". Luego depositan su voto en una urna especial ubicada sobre el altar. Los cardenales que no pueden asistir personalmente a la Capilla Sixtina por motivos de salud no quedan excluidos del proceso. En su lugar, los infirmarii llevan una urna portátil hasta sus habitaciones, acompañada de papeletas en una pequeña bandeja. Una vez recogidos los votos, es trasladada de regreso a la Capilla para ser abierta en presencia de los escrutadores y añadida al conteo general.

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El conteo de los votos
Una vez cerrada la votación, los escrutadores comienzan la recolección y clasificación de las papeletas. Primero se cuentan para asegurarse de que coincidan con el número de votantes. Si hay más o menos papeletas que votantes, se anulan y se procede a una nueva votación. Si el número es correcto, se inicia el conteo; las papeletas son abiertas una a una y el primer escrutador lee el nombre escrito y lo pasa al segundo, quien lo verifica.
Luego, el tercero lo pronuncia en voz alta para que todos los presentes puedan anotar el resultado. Se registra cada nombre en una hoja, y al final, los votos se suman y se transcriben en un documento oficial. En caso de que se encuentren dos papeletas dobladas como si fueran de una misma persona y contienen el mismo nombre, se cuentan como un solo voto. Si los nombres son distintos, ambos votos se invalidan, aunque no se anula la votación en su conjunto. Cada papeleta es perforada en el punto donde aparece la palabra Eligo, y ensartada en un hilo, que luego se ata con un nudo. La quema de las papeletas
Una vez terminado el recuento, los votos son quemados en una estufa de hierro fundido que data del cónclave de 1939. Una segunda estufa, incorporada en 2005, se utiliza para producir el característico humo que indica al mundo exterior el resultado de la votación: humo negro si no se alcanzó el consenso, y humo blanco si el nuevo Papa fue elegido.
El humo sale por una chimenea especialmente instalada en la Capilla Sixtina, y es el primer indicio que tienen los fieles y el mundo de que algo trascendental ha ocurrido en el corazón del Vaticano.Proceso de elección
Durante el desarrollo del cónclave se realizan hasta cuatro votaciones diarias, dos en la mañana y dos en la tarde. Si después de tres días no se llega a una decisión, se concede una jornada de pausa. En ese tiempo se dedica a la oración, a la reflexión individual y a la conversación libre entre los electores. Si después de siete votaciones aún no hay una decisión, se repite el proceso: una pausa, seguida por otra serie de siete votaciones. Luego interviene el cardenal mayor de la orden de los presbíteros con una segunda exhortación. De no haber resultados, se hace una tercera pausa tras otras siete votaciones, en la que interviene el cardenal mayor de la orden de los obispos.
Si aún no se alcanza el quórum, el proceso entra en su fase final, en el cual se limita la votación a los dos nombres que hayan obtenido la mayor cantidad de votos en la última ronda, y esos candidatos no tienen derecho a votar. Sin embargo, la elección todavía requiere de una mayoría de dos tercios de los votos válidos. Esto ocurre hasta que se asome por la chimenea el resultado y las campanas de San Pedro lo confirmen: "Habemus papam" (Tenemos papa). Poco después, el nuevo Pontífice saldrá al balcón para su primer saludo a los fieles.
VALENTINA GÓMEZ GÓMEZ
NOTICIAS CARACOL
vgomezgo@caracoltv.com.co
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