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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió este viernes renovar la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, que se encarga de verificar el cumplimiento del Acuerdo de Paz de 2016 con las extintas FARC, monitorear el cese al fuego bilateral con el ELN y apoyar la reincorporación de excombatientes. Con 13 votos a favor y dos abstenciones, una de Estados Unidos y la otra de Rusia, el organismo prorrogó por un año la misión. Sin embargo, lo hizo reduciendo sus funciones. Se trata de una fractura en el voto unánime por primera vez en los ocho años de existencia de la Misión.
En la prórroga el organismo dejó por fuera dos funciones que hasta ahora desempeñaba la Misión. Por un lado, la verificación de las sanciones restaurativas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y, por otro, el seguimiento al Capítulo Étnico del Acuerdo de Paz de 2016. El texto patrocinado por el Reino Unido centra el papel de la Misión de Verificación en la paz y la seguridad, como ha insistido Estados Unidos.
El mandato de la Misión mantiene la verificación del capítulo sobre reforma rural integral, uno de los puntos más rezagados de la implementación, al igual que el monitoreo a la reintegración de excombatientes de las extintas FARC y las garantías de seguridad personal y colectiva para las comunidades en zonas afectadas por el conflicto.
A diferencia de las resoluciones de renovación de mandato anteriores, la redacción del documento aprobado este viernes llevó semanas de negociaciones toda vez que Estados Unidos criticó la funciones de la Misión argumentando que los componentes "ideológicos" la habían apartado de su objetivo original y obstaculizaban su funcionamiento. La votación se pospuso de este jueves a este viernes para acordar los detalles finales del borrador.
La Cancillería colombiana reaccionó a la decisión y afirmó que "la misión enfocará su labor en la reforma rural integral, la reincorporación de firmantes y las garantías de seguridad". Entretanto, Miroslav Jenča, representante especial del Secretario General y jefe de la Misión, afirmó que "esta decisión reafirma el compromiso de la comunidad internacional con la paz en Colombia y garantiza la continuidad de la presencia de la misión y su capacidad para seguir acompañando a los colombianos y colombianas y a las autoridades de Colombia en sus esfuerzos por consolidar la paz".
Sobre los cambios que quedaron planteado, Jenča dijo que "el mandato renovado se centrará en la verificación de tres aspectos fundamentales del acuerdo de paz: la reincorporación política, económica y social de los exintegrantes de las FARC EP, las garantías de seguridad para firmantes de paz, sus familias, líderes y comunidades y la reforma rural integral". Y enfatizó en que "estos elementos son fundamentales para avanzar hacia una paz sostenible y duradera en Colombia".
Pese a que el texto se ajustó según las impugnaciones de Estados Unidos, ese país se abstuvo en la votación de este viernes bajo el argumento de no estar en condiciones de refrendar la resolución: "Bajo el liderazgo del presidente Donald Trump, Estados Unidos ya no quiere ceder en su posición en materia de paz y seguridad en nombre de un proceso de paz deficiente", dijo el embajador estadounidense ante la ONU, Michael Waltz, quien señaló que la Misión "se había excedido de su alcance original", que era el desarme y desarticulación de las extintas FARC.
No obstante, agregó Waltz, su país sigue apoyando la paz y la justicia en Colombia. El embajador consideró que la ONU tendría que centrarse en la paz y la seguridad, y reducir la carga financiera a los contribuyentes de todo el mundo con misiones que a menudo duran demasiado, son insostenibles financieramente, y no son realistas. Ahora ha llegado el momento de poner el ejemplo con esta reducción de mandato, apuntó.
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Al referirse a las tensiones actuales entre Estados Unidos y Colombia, Waltz aseguró que las relaciones entre ambos países son firmes y serán mejores una vez que el presidente Gustavo Petro se haya ido, y con él sus políticas. También confió en el trabajo conjunto con el próximo Gobierno colombiano.
En su turno, el embajador de Rusia, la otra abstención en el Consejo, justificó el voto de su país con razones opuestas a las estadounidenses. Vasily Nebenzya destacó la importancia de las funciones que se retiran a la Misión y alertó del vacío que se generará en las esferas de la verdad, la justicia, la restauración y la no repetición, así como en la implementación de la reforma agraria integral en relación con el enfoque étnico. El diplomático ruso refutó la alusión estadounidense al costo de la Misión: "Todos sabemos que la de Colombia es una de las misiones más baratas", dijo Nebenzya, quien aseveró que la reducción del mandato de la Misión "refleja las tensas relaciones entre los dos países".
En la sesión de este viernes del Consejo participó la embajadora de Colombia ante la ONU, quien sostuvo que su país mantiene un compromiso firme con la implementación plena del Acuerdo de Paz de 2016. "Implementar lo pactado es una obligación de Estado que trasciende los cambios de gobierno", declaró Leonor Zalabata, quien agradeció a la comunidad internacional el apoyo a la implementación del Acuerdo de Paz y defendió "la importante labor de las misiones políticas y del Consejo de Seguridad trabajando en favor de la paz de la mano de las comunidades".
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Zalabata lamentó el retiro de la Misión de las tareas de justicia transicional: "El modelo centrado en las víctimas era un ejemplo" para todos y recordó que los pueblos indígenas se cuentan entre los más afectados por el conflicto, por lo que deploró la eliminación del Capítulo Étnico de las funciones de la Misión. "Como mujer indígena sé que la paz solo es alcanzable cuando es incluyente", precisó la embajadora.
WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ
COORDINADOR DIGITAL NOTICIAS CARACOL