La polución se ha convertido en un invitado indeseado que puede entorpecer las actividades de las selecciones concentradas en Santiago y Temuco para la Copa América en Chile, uno de los países más contaminados de la región.
En el invierno austral, las condiciones atmosféricas conspiran especialmente para contar con una calidad del aire satisfactoria debido a los frentes de masas frías que se posan sobre varias de las ciudades chilenas y que en muchos casos son combatidos con calefacción a leña, empeorando aún más la situación.
"La calidad del aire va a estar de regular a mala en los próximos días en la zona centro sur del país debido al ingreso de altas presiones y frentes fríos que contribuyen a empeorar las condiciones de ventilación", dijo Luis Gutiérrez, experto de la Dirección Meteorológica de Chile.
Durante el último mes, cuatro de las ocho ciudades que serán sede del torneo han mostrado episodios de alta polución que han llevado a las autoridades a adoptar medidas especiales, como restricción a la circulación de vehículos, prohibición de funcionamiento de un alto números de industrias y veto total al uso de calefacción a leña.
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Pese a ello, la capa de esmog sólo se ha disipado levemente debido a que las condiciones meteorológicas no han variado mucho y escasean las lluvias en el centro del país. A partir de este año, las autoridades chilenas elevaron los niveles de exigencia de las mediciones ambientales por lo que se esperan más episodios más críticos de contaminación.
En condiciones de "alerta" o "preemergencia" ambiental se prohíbe la actividad física en los colegios y se sugiere a los ciudadanos abstenerse de ella, por los daños que puede implicar para su salud hacer deporte en medio de una nube de contaminación.
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El mismo riesgo correrían los jugadores de los equipos que se enfrentarán en la Copa América así como los hinchas que asistan a los estadios, sobre todo sin son mayores o niños.
"El riesgo de un problema respiratorio provoca pérdida de capacidad aeróbica. Entonces, en el caso de los jugadores, obviamente ello se apreciaría en una menor eficiencia en los partidos", dijo el experto en ingeniería ambiental Luis Díaz en un informe difundido por la Universidad de Santiago de Chile.
A su juicio, la mala calidad del aire impide que los jugadores realicen actividades deportivas sin poner en riesgo su salud. "Se debe considerar que cada selección llega con varios días de anticipación. Entonces, durante al menos una semana se están entrenando con altos niveles de contaminación y llegarán con los pulmones complicados a sus compromisos oficiales", sostuvo Díaz.
Sin embargo, las autoridades chilenas no han considerado la suspensión de los partidos del evento, incluso si los episodios de polución se llegan a tornar críticos. "Si hay algo que no podemos hacer es suspender un partido", ha señalado el intendente de Santiago, Claudio Orrego.
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"Respecto de los partidos de la Copa América no tenemos atribuciones, porque este es un compromiso que asume el país con la Conmebol a nivel latinoamericano", agregó.
En el fútbol local, la ley entrega a las intendencias la facultad de aplazar o suspender los partidos, fijar el horario o trasladarlos de estadio por razones de seguridad.
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Por ahora, los panoramas más complicados se divisan en las sedes de Santiago, que albergará ocho encuentros, incluida la inauguración el jueves y la final el 4 de julio; así como Temuco, donde se jugarán tres partidos.
En Santiago, que alberga a unos seis millones de habitantes, la contaminación está muy vinculada a su ubicación geográfica, rodeada de cerros, que impiden una libre circulación del aire.
En Temuco, unos 800 kilómetros al sur de la capital, la polución es producto esencialmente del extendido uso de calefacción a leña, que genera gran cantidad de material fino difícil de disipar.
Por esta razón y ante la imposibilidad de suspender partidos el experto Luis Díaz propone que las autoridades inicien desde ya una campaña que prohíba al menos el uso de calefacción a leña.
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"Debiese haber una prohibición desde ya, eso mitigaría las malas condiciones ambientales. De lo contrario habrá problemas con la salud de la población, pues los niveles de toxicidad alcanzados en el aire ponen en serio peligro la salud de jugadores e hinchas", señaló el experto.