La información que contiene el documento es la misma que el canciller Carlos Holmes Trujillo le presento a la OEA a comienzos de septiembre.
El documento señala que en territorio venezolano están protegidos por el régimen de Maduro más de mil combatientes del ELN, mientras las denominadas disidencias de las FARC tienen un pocos más de 200 criminales protegidos por el régimen.
“Es el momento de llamar a las cosas por su nombre. La dictadura venezolana es un eslabón más de la cadena del terrorismo transnacional”, indicó el presidente a la asamblea.
En el dosier entregado a Naciones Unidas hay información de las agencias de inteligencia con detalles de las tres reuniones que se conocen entre los cabecillas del ELN y las disidencias de las FARC en Venezuela.
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También la ubicación en ese país de Antonio García, Pablito y Ramiro Vargas, miembros del comando central del ELN y Gentil Duarte, John 40, ‘el Paisa’, Romaña, Iván Márquez y Jesús Santrich, miembros de las disidencias de las FARC.
La alianza de estos grupos criminales con la dictadura pasa por los millonarios ingresos generados por la minería criminal, el narcotráfico, el uso de pistas ilegales para cargar droga y el crecimiento de una retaguardia criminal para atacar al Estado colombiano desde el otro lado de la frontera.
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“Este dossier, de 128 páginas, contiene el acervo probatorio que demuestra la complicidad de Nicolás Maduro con los carteles terroristas que atentan contra el pueblo colombiano", indicó el presidente colombiano a las Naciones Unidas.
Según la información en poder de las agencias de inteligencia la relación entre los grupos terroristas colombianos y los gobiernos de Chaves y Maduro, comenzó a fortalecerse desde 2002.