México celebra el Día de los Muertos, dos jornadas para honrar a los ancestros. Este año el homenaje es para los cientos de miles que ya no están por causa del COVID-19 .
En una tradición que tiene sus orígenes en las antiguas costumbres aztecas, el país lleva a cabo su icónica celebración llena de simbolismos, pero sobre todo de recuerdos de familia.
El 1 y 2 de noviembre son los días en los que se recuerda y honra a los difuntos y a todos los santos en el mundo de los vivos.
La celebración del Día de los Muertos se lleva a cabo con elaborados altares que instalan en sus hogares o en las calles, acompañado de las fotografías de los seres queridos que ya no están. Con velas, comida, bebida y pertenencias favoritas en medio de ofrendas, los muertos vuelven a reencontrarse con los vivos.
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Este año el valor de la memoria cobró más fuerza, en las calles de la capital mexicana fue instalado un altar con calaveras decoradas y corazones brillantes para recordar a quienes murieron por COVID-19.
Cada corazón simboliza a los miles de fallecidos durante la pandemia.
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“Esta ofrenda a diferencia de otras, contiene un memorial en donde todas aquellas familias que perdieron seres queridos durante esta pandemia puedan venir a despedirse de una manera más amigable. No tenemos nombres, pero sabemos que fueron muchos”, comentó una ciudadana.
En otro punto de la ciudad, en la iglesia de Santa Prisca, una catrina fue hecha con 18 mil flores de caléndula con la que recuerdan a sus fallecidos en el Día de los Muertos.
Finalmente, en el Museo de Dolores Olmedo se inauguró la exposición denominada la ofrenda de nuestros antepasados, conformada por más de 120 piezas de cartonería con las que se hace alusión de diversos personajes que han protagonizado la historia de México.
Dos días en que los muertos vuelven a la vida al recordarlos en el mundo de los vivos.