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Kieran Shingler, de 26 años, falleció luego de ignorar algunos síntomas pensando que se trataba solo de una gripe, pero cuando finalmente fue al médico le dieron un diagnóstico que le cambió la vida.
Todo empezó cuando el joven empezó a tener dolores de cabeza, dolor de garganta y goteo nasal en noviembre de 2022. En ese momento, el hombre pensó que se trataba de una simple gripe o incluso covid-19, por lo que no se alarmó. De todas formas, por medida de precaución, él y su novia Abbie Hestock decidieron hacerse una prueba de coronavirus, las cuales dieron negativo.
Con ese panorama, la pareja siguió tratando en casa los síntomas, pensando que todo pasaría muy pronto, pero no fue así. Con el paso de los días los síntomas de Shingler empeoraron. La alerta se encendió cuando el hombre perdió el apetito y no lo recuperó.
Abbie convenció a Kieran de ir de urgencia al médico al ver que no recuperaba el apetito y que con el pasar de los días no mejoraba. En un principio, cuando los médicos del Hospital de Warrington, en Cheshire, Inglaterra, lo revisaron le dijeron que podría ser una meningitis.
Al hombre de 26 años, dedicado a conducir camiones, los médicos decidieron realizarle una tomografía computarizada para descartar otros problemas de salud. Desafortunadamente, este examen reveló que tenía una masa en el cerebro.
Debido al resultado, Kieran fue trasladado al Centro Walton de Liverpool, donde le realizaron cuatro procedimientos, incluida una biopsia, con la que finalmente lograron establecer que el joven de 26 años tenía un astrocitoma de grado tres, es decir, un tumor canceroso agresivo.
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Desde ese momento el hombre empezó tratamiento con radioterapia y quimioterapia, lo que empezó a reducir el tumor. Así pasó cerca de tres años. A pesar de esto, una nueva ecografía que le hicieron a mediados de este año reveló que el tumor empezó a crecer de nuevo.
Con este nuevo panorama, Kieran fue trasladado a Liverpool para recibir un tratamiento adicional, pero desafortunadamente falleció trágicamente en un hospicio en Warrington a principios de diciembre.
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Abbie, en diálogo con el Liverpool Echo, medio local, decidió contar la historia de Kieran para rendirle homenaje y hacer un llamado a no ignorar pequeños síntomas. "No mataría ni a una mosca. Era tan descarado, siempre estaba gastando bromas a su familia y amigos, o molestando a la gente", dijo la mujer al recordarlo.
Agregó que "era un hombre muy familiar y tenía un buen grupo de amigos a su alrededor. Era muy tranquilo. Era muy divertido y amable; tenía un sentido del humor mordaz. Era un buen chico". Recordó también que su novio era un hombre sano y activo hasta que empezó a sentirse mal en 2022.
"Solo tenía dolores de cabeza. Recuerdo que tomó Sudafed durante una semana y no mejoraba. Le encantaban los triatlones y estaba en muy buena forma y saludable. Le encantaba salir en bicicleta. Hacía un turno de 10 horas en el trabajo y luego llegaba a casa para nadar. Los dolores de cabeza le impedían entrenar. Además, era un gran comilón. No comía, así que lo llevamos al médico, quien inmediatamente le dijo: 'Tienes que ir a urgencias'", detalló.
Según la organización benéfica The Brain Tumour Charity, el dolor de cabeza es uno de los primeros síntomas y de los más comunes cuando se presenta un tumor cerebral. Hasta el 60 % de las personas que viven con un tumor cerebral desarrollarán dolor de cabeza en algún momento, aunque no son causados directamente por el tumor.
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MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL