La aterradora escena fue descubierta en el condado de Henry, en Tennessee, donde un grupo de oficiales de protección animal se aseguraba de que no hubiera casos de maltrato, sin imaginar lo que vería.
La casa rodante estaba estacionada en una solitaria vía.
Dentro de ella y afuera había más de 600 animales entre perros, roedores, pollos y conejos.
Pero, además, encontraron un niño de año y medio encerrado en una jaula de 4 x 4 metros.
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Acompañando al pequeño, en la misma habitación, había cientos de ratones y ocho serpientes, entre ellas una boa constrictor de 3 metros.
Era "un desastre completo, basura en el piso, cucarachas por todas partes y las jaulas estaban completamente llenas de heces", detalló Michael Cunningham, de Protección Animal.
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Los animales tenían signos de maltrato, como lesiones oculares, desnutrición y enfermedades cutáneas y dentales.
"Había perros en los gabinetes de la cocina que se habían comido pedazos de la estructura para esconderse detrás de las paredes", agregó Cunningham.
En el sitio también encontraron cerca de 20 armas de fuego y más de 120 plantas de marihuana.
Tres personas, incluidos los padres del niño, fueron detenidos bajo cargos de abuso infantil y crueldad animal.
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El pequeño está en un hogar de paso siendo evaluado en su salud física y mental.