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Aunque el epicentro del sismo fue en Irak, las mayores afectaciones se registran en Irán. En medio de la tragedia, los habitantes cuentan los momentos que vivieron.
El fuerte sismo dejó incalculables daños en los dos países de oriente medio. La furia de la naturaleza cobró cientos de vidas y dejó destrucción y dolor.
"Estaba bajo los escombros de una pared destruida, se derrumbó sobre mi cabeza", relata un menor iraní.
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Cientos de establecimientos y hospitales están en ruinas.
"El edificio, que tiene un área de 600 metros cuadrados, fue arrasado por el terremoto. El edificio recayó en una familia de siete miembros. Logramos rescatar a solo cinco de ellos, mientras que los otros dos murieron”, asegura Ali Namiq, residente de la zona.
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En Irán los centros de asistencia están en su máxima capacidad para atender a los miles de heridos.
“Volé desde el balcón hacia el piso, fue muy fuerte”, cuenta un herido.
“Los escombros cayeron y golpearon mi brazo e hirieron mi mano”, afirma una mujer que resultó lesionada
Los dos países atienden a los miles de damnificados que aumentan con el paso de las horas.
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