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Mientras que Israel anunció que había dado por terminada la interceptación en aguas internacionales de la Global Sumud Flotilla hacia Gaza, los organizadores de esa misión humanitaria denunciaron este jueves "la falta de información" sobre el paradero de 443 participantes y el equipo jurídico se mostró preocupado por la salud de los activistas. La misión calificó como "nuevos actos de agresión contra civiles desarmados" la operación de Israel y aseguró que los voluntarios fueron "atacados con cañones de agua" y "rociados con agua contaminada", además de sufrir interferencias sistemáticas en sus comunicaciones desde la noche del miércoles, cuando se aproximaba al enclave palestino.
El Ministerio de Exteriores israelí, en paralelo, dio por terminada la operación de intercepción -que comenzó en la tarde de este miércoles-, de la cual queda un último barco aún navegando, después de que sus fuerzas navales asaltaron los 44 barcos que formaban parte de la flotilla. "Ninguno de los yates de provocación de Hamás-Sumud logró entrar en una zona de combate activa ni violar el bloqueo naval legal", se lee en un comunicado de ese ministerio difundido en redes sociales.
"Un último barco de esta provocación permanece a distancia. Si se acerca, también se le impedirá su intento de entrar en una zona de combate activa y violar el bloqueo", recoge el mismo comunicado.
Entre los detenidos, se encuentran, al menos dos colombianas, 40 españoles, 35 italianos, 32 turcos, 21 malasios, 25 tunecinos, 12 brasileños, 31 franceses, y 20 estadounidenses, además de participantes de Reino Unido, Alemania y México, entre otras nacionalidades. Según la ley israelí, una vez los pasajeros sean detenidos pueden ser deportados 72 horas después de la emisión de la orden, a menos que la persona acepte voluntariamente ser expulsada, como pasó con cuatro de los doce activistas a bordo del Madleen, la última embarcación interceptada por Israel el pasado junio.
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Tras la intercepción, los organizadores de la misión aseguraron que los abogados que representan a los participantes de la flotilla ante las autoridades israelíes han recibido información "mínima" y no han sido informados sobre si los aproximadamente 443 activistas de la flotilla llegarán a Ashdod, donde se espera que sean procesados por "detención ilegal". "Interceptar embarcaciones humanitarias en aguas internacionales es un crimen de guerra; negar asistencia legal y ocultar el destino de los capturados agrava este delito", advirtió la flotilla.
Una de las principales preocupaciones de Adalah, el equipo jurídico de la Global Sumud Flotilla, es el estado de salud en el que los casi 500 activistas que viajaban en las embarcaciones que llegarán a Israel. Fuentes de la organización le informaron a EFE que esperan confirmar su identidad una vez lleguen al puerto israelí de Ashdod, adonde está previsto que sean llevados los activistas detenidos por Israel cuando viajaban hacia Gaza para entregar ayuda humanitaria, un dato que no han podido proporcionar hasta el momento porque la situación sigue siendo "confusa".
"Durante el periodo en el que perdemos el contacto con los activistas desde que la Armada los detiene en los barcos hasta que llegan ante las autoridades israelíes es muy difícil conseguir información", explicó Loubna Tuma, abogada israelí del equipo jurídico de la Flotilla.
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Una de las principales preocupaciones del equipo jurídico es el estado de salud en el que los activistas llegarán a Israel. En las anteriores ocasiones que Adalah representó a la flotilla, los tripulantes "estaban exhaustos" porque "son secuestrados de una manera muy cruel, violando sus derechos básicos y limitando su capacidad para continuar en su misión humanitaria", recuerda Tuma, que añade que el sol y la falta de sueño también repercuten en la salud de los activistas. Además, esperan que algunos de los tripulantes que viajaban hacia Gaza se declaren en huelga de hambre.
Otra de las cuestiones sobre las que interrogarán a los detenidos es si han sido sometidos a "algún tipo de violencia o tortura" por parte de las autoridades israelíes, hechos que han sido denunciados en misiones anteriores.
Israel anunció este jueves que deportará a Europa a todos los activistas de la flotilla, a la que se refirió como "Hamás-Sumud", cuando lleguen a un puerto israelí, según un comunicado de su cancillería. Bajo la premisa de que aquellos que entren a Israel "ilegalmente" serán capturados y deportados, una vez que los activistas lleguen a Asdod comenzará un proceso mediante dos vías para expulsarlos del país, explica la abogada. La primera opción es que el detenido firme un documento estableciendo que desea ser deportado lo antes posible, por lo que la persona no tendría que presentarse ante un juez y las autoridades iniciarían el proceso de expulsión inmediatamente.
Si los activistas se negasen a firmar este documento, se abriría una segunda vía, por la que comparecerían ante un juez, que examinaría la legalidad de su detención y deportación. "Generalmente el juez confirma la legalidad de la decisión de las autoridades israelíes (...) y creemos que es la que sucederá en esta ocasión", recuerda Tuma basándose en su experiencia con las anteriores flotillas humanitarias que han intentado llegar a Gaza para romper el bloqueo.
WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ
NOTICIAS CARACOL
*Con información de EFE y AFP