
El número de fallecidos a causa de las inundaciones en el centro-sur de Texas subió este domingo a 82, según informaron las autoridades locales. Larry Leitha Jr., alguacil del condado de Kerr, uno de los más afectados por el desastre, anunció en una rueda de prensa que en su jurisdicción se han localizado 68 fallecidos, de los cuales 40 son adultos y 28 niños. Entre esos 68 fallecidos, 18 adultos están sin identificar, al igual que 10 de los niños. A estas muertes hay que sumar otras 14 en otros condados cercanos: 6 en el de Travis, 3 en Burnet, 2 en Kendall, 2 en Williamson y 1 en Tom Green, indicó el canal CNN.
Entre las víctimas identificadas se conoció la historia de los Harber, una familia de la ciudad de Hunt que hoy está de luto por la pérdida de dos hermanas, un drama que se intensifica con la desaparición de sus abuelos. Los medios locales reportan que Blair Harber, de 13 años, y Brooke, de 11, fueron halladas a unos 24 kilómetros del punto desde donde las arrastró la corriente el viernes en la noche. En medio de esa emergencia, se perdió también el rastro de Mike y Charlene Harber, sus abuelos. Jennifer Harber, tía de las menores, contó que su hermano RJ identificó los cuerpos de las menores, quienes estaban de visita, en un viaje familiar.
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Según Jennifer, que abrió una campaña digital para recaudar fondos, la tormenta despertó a su hermano a las 3:30 a.m. La lluvia caía fuerte afuera, y resultaba difícil escuchar el agua entrando por la puerta de la cabaña. Cuando RJ se levantó de la cama, Jennifer dijo que notó que la casa ya estaba inundada. El agua había subido tanto que tuvieron que romper una ventana. A esa hora, Brooke le envió un mensaje de texto a RJ, su papá, y a sus abuelos maternos: "Los amo". RJ y su esposa, Annie, rompieron una ventana y salieron a toda prisa en un intento desesperado por alcanzar a sus hijas, que se alojaban en una cabaña aparte. Pero las aguas les impidieron llegar a la otra vivienda. En un último intento, Annie y RJ corrieron a casa de otro vecino y despertaron a la familia para pedir prestado su kayak y remar a través de la inundación. Sin embargo, las aguas estaban agitadas y los padres terminaron rescatados junto a cinco otras personas sobrevivientes, mientras los cuerpos de sus hijas eran arrastrados por el agua.
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Cuando encontraron en Kerrville a las hermanas, el sábado, 12 horas después, "sus manos estaban entrelazadas", dijo Jennifer a medios locales. Blair y Brooke asistían a una escuela católica en Dallas, Texas, donde su madre trabaja como especialista en instrucción. "(Blair) era una estudiante talentosa y tenía un corazón generoso. (Brooke) era como una luz en cualquier habitación; la gente se sentía atraída por ella y los hacía reír y disfrutar del momento", contó RJ, su padre, en entrevista con medios locales
Ahora, dicen los Harber, su familia solo pide que les ayuden a encontrar a sus padres. "Por favor, ayúdennos a encontrar a mis padres para que podamos cerrar este capítulo y traerlos a casa", escribió Jennifer.
La situación en Texas por las inundaciones
Los equipos de emergencias siguen buscando a 10 niñas y una monitora que se encontraban en el campamento cristiano Mystic cuando las aguas del río Guadalupe comenzaron a crecer en la madrugada del viernes. Aunque en un principio las autoridades locales no establecieron una cifra concreta de desaparecidos, ya que en la zona se encontraba acampada mucha gente de fuera de la región con motivo de las festividades del 4 de julio, el gobernador de Texas, Greg Abbott, estimó este domingo que hay 41 desaparecidos por las inundaciones.
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Durante este domingo, se esperaban más precipitaciones y el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió una alerta de vigilancia por inundaciones hasta las 7 p.m. hora local, con acumulaciones adicionales de 5 a 10 centímetros de lluvia, y hasta 25 centímetros en algunas partes aisladas. Desde la madrugada del viernes, equipos de rescate y voluntarios están recorriendo las regiones afectadas en búsqueda de víctimas: a pie, ayudados con perros o caballos, en botes, coches todoterreno y helicópteros.
El jefe de la División de Manejo de Emergencia de Texas, Nim Kidd, anunció también este domingo que ya comenzaron con las labores de "recuperación", como limpiar los escombros y abrir de nuevo carreteras. En Kerrville, durante el día, se pudieron observar retroexcavadoras y camiones llevándose algunos de los escombros -como trozos de árboles, metal y carros destruidos- y moviéndolos para limpiar las calles.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este domingo una declaración de emergencia por desastre natural para atender las inundaciones en Texas y permitir que se active la Agencia Federal de Manejo de Emergencia (FEMA) en la zona. Trump dijo que no se ha desplazado rápidamente a Texas para no entorpecer las labores de emergencia, y sugirió que viajará a la zona devastada el viernes.
Las inundaciones han devastado la región conocida como 'Hill Country', a las afueras de San Antonio, antes de un fin de semana festivo donde la comunidad tenía planeada varias actividades para celebrar la Independencia de Estados Unidos.
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La administración Trump ha anunciado planes para recortar y eliminar gradualmente la financiación federal para FEMA con la meta de transferir las competencias a los estados en lo que se refiere a dar respuesta a desastres naturales después de la temporada de huracanes de 2025.
De hecho, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ya anunció la cancelación, con recortes que suman casi 4.000 millones de dólares, de dos programas importantes de FEMA, el de Construcción de Infraestructura y Comunidades Resilientes (BRIC) y el de Asistencia para la Mitigación de Inundaciones (FMA).
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WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ
NOTICIAS CARACOL
*con información de EFE