La joven, de 29 años, llamó a su esposo para avisarle que se “sentía amenazada” segundos antes de ser atacada.
Elisa Pilarski paseaba a sus cinco perros por un bosque en Retz, Francia, cuando se encontró con una manada de canes entrenados para cazar ciervos, según reveló el periódico ‘Le Courrier Picard’,
Al sentirse intimidada por la jauría, la mujer se comunicó con su esposo, Lucien Joseph, a quién le dijo que se encontraba encerrada y los animales lucían amenazantes.
Instantes después, la llamada se cortó.
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El esposo, entonces, se dirigió inmediatamente a la zona boscosa y dio con un terrible hallazgo: el cuerpo llenó de mordeduras y sin vida de su esposa.
El hombre contó que normalmente sacaban a pasear a sus mascotas en esta zona, a las afueras de Villers Cotterets.
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Frederic Trinh, fiscal encargado del caso en Retz, comunicó a medios regionales que la muerte de Pilarski se debió a las mordeduras de los perros en piernas, brazos y cabeza, lo que se conoce en la justicia francesa como “homicidio involuntario por agresión de perro”.
Asimismo, el Instituto Médico Legal de Saint Quentin, encargado de realizarle la autopsia a Elisa, reportó que las hemorragias ocasionadas por los mordiscos le causaron la muerte.
La Policía local ya ha tomado muestra de 93 perros de la zona, incluyendo los 5 de la víctima, para constatar exactamente quiénes fueron los que la atacaron y así poder tomar medidas.
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