Leah Rogers, de 18 años y oriunda de Gales, Reino Unido, murió de forma inusual, de acuerdo con medios internacionales. La joven viajó con sus amigas a Mallorca, España. Aunque su travesía por el país resultó bien, cuando regresó a su casa compartió con su mamá que estaba experimentando un fuerte dolor de garganta.
Con el paso de las semanas, el dolor de garganta de Leah se intensificó a tal punto que no podía consumir alimentos ni bebidas. Finalmente, la joven se trasladó a un hospital de urgencia.
Los médicos le recetaron varios antibióticos para tratar su dolor de garganta; sin embargo, no hubo ninguna mejora. Leah regresó al centro asistencial, esta vez con una fiebre glandular y una insuficiencia hepática, de acuerdo con medios internacionales.
La madre de la joven contó a Wales Online que los medicamentos que los galenos le recetaron a la joven de 18 años tuvieron un efecto negativo. Aseguró que estos la llevaron a la unidad de cuidados intensivos.
"Llegó al punto en que accidentalmente tuvo una sobredosis de paracetamol porque estaba tomando demasiados analgésicos", mencionó la mujer al medio citado.
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Agregó: "Pensábamos que finalmente veríamos una mejoría, así que nos sentimos un poco más tranquilos. Pero después de unos días comenzó a sentir dolor en el abdomen. Cuando los médicos la examinaron, inmediatamente le informaron que tenía fiebre glandular".
Y es que los doctores reunieron a la familia de Leah y comunicaron que la paciente estaba enfrentando una linfohistiocitosis hemofagocítica, una grave enfermedad que lamentablemente no podría superar.
La joven falleció tres meses después de cumplir 18 años. "Tomamos la desgarradora decisión de comenzar a disminuir la medicación. Luego suspendieron el soporte vital y en cuestión de minutos ella ya no estaba", concluyó la madre de Leah.
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¿Qué es la linfohistiocitosis hemofagocítica?
La linfohistiocitosis hemofagocítica, o LHH, es un trastorno muy raro y grave que afecta al sistema inmunológico.
El sistema inmunológico es el encargado de proteger al cuerpo de las infecciones y otras amenazas. Sin embargo, en las personas con LHH, este se descontrola y ataca a las propias células y tejidos del cuerpo, causando inflamación, daño orgánico y anemia.
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