
¿Hay un límite en el humor? Este ha sido un debate que por años se ha dado en el ámbito de los comediantes, especialmente cuando algunos de ellos acuden al mal llamado 'humor negro'. Un nuevo hecho ha abierto esta discusión, luego de que el comediante brasileño Leo Lins, conocido por su humor provocador e irreverente, fuera condenado por la Justicia Federal de São Paulo a ocho años y tres meses de prisión.
La decisión se dio luego de que el cómico fuera acusado de discurso de odio e incitación a la discriminación contra múltiples grupos vulnerables tras un show de stand-up emitido en 2022. En su producción titulada “Perturbador”, Lins realizó bromas dirigidas a afrodescendientes, indígenas, personas en situación de discapacidad, ciudadanos LGBTQ+, personas con VIH y otros colectivos.
El show, que alcanzó más de tres millones de reproducciones en YouTube antes de ser retirado, fue catalogado por el tribunal como “vejatorio, discriminatorio y de incitación a la violencia verbal”. El fallo se basó en la jurisprudencia brasileña, donde la libertad de expresión no es un derecho absoluto y debe medirse frente a la dignidad humana y la igualdad.
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¿Por qué condenaron al humorista?
Lins deberá pagar una multa de 300.000 reales (aproximadamente USD 50.000) por daños morales colectivos y garantizar la eliminación constante de contenido discriminatorio de sus plataformas, además de cumplir con su condena de más de 8 años de prisión. Algunas de las bromas realizadas en el espectáculo fueron:
"¡Soy gordo! Me encanta comer y odio hacer ejercicio. ¿Cómo voy a perder peso? ¡Contrae sida! ¿No te encanta comer de todo? ¡Ve a acostarte con hombres homosexuales sin protección! ¡Al final funcionará! ... Estoy totalmente en contra de la pedofilia, estoy más a favor del incesto. Si vas a abusar de un niño, abusa de los tuyos. ¿Qué va a hacer? ¿Decírselo a su padre?", entre otras.
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Aunque la sentencia ha generado gran debate en el país y de manera internacional, la Fiscalía presentó cargos contra Leo Lins basándose en leyes de Brasil contra la discriminación, el racismo y los delitos motivados por el odio. Como lo son la Ley n.º 7.716/1989; la Ley n.º 13.146/2015 y la Ley 7.716/1989. En Brasil, el racismo está tipificado como delito desde la década de 1950 ya que este es un país donde el 10 % de la población se identifica como totalmente negra, mientras que más del 50 % se identifica como afrodescendiente.
La defensa de Leo Lins
Tras conocerse la noticia de su condena, el comediante ha publicado un video en sus redes sociales en el que cuestiona y critica los argumentos bajo los cuales lo han condenado. "Aquí está Leonardo de Lima Borges Lins, no el comediante Léo Lins. En el escenario interpreto una persona cómica, un personaje, que se construyó durante años y que utiliza ironía, hipérboles y metáforas".
El humorista defendió su obra como una expresión estética protegida, respaldándose en teorías del filósofo Simon Critchley. Criticó que la jueza desconociera por completo que existiera un personaje en su espectáculo y que, además, en otro de los fragmentos del fallo afirmara que incluso si se tratara de un personaje, “igual habría crimen”.
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"Parece que la gente ha perdido la capacidad de interpretar lo obvio", señaló Leo Lins, quien permanece en libertad mientras avanza el proceso de apelación al fallo que presentaron sus abogados. Lins, que cuenta con más de 3 millones de seguidores en sus redes sociales recalcó que sus shows, preparados con un guion, no representan sus opiniones personales ni lo que es él como individuo, de la misma forma que no lo hacen con las personas que asisten a los mismos y se ríen de sus chistes.
Con esta sentencia, Brasil abre un precedente delicado: el primero en el país donde un comediante es condenado a prisión por el contenido de su show. El recurso está en trámite, pero el juicio ya se convirtió en uno de los más polémicos de los últimos años en la relación entre arte y justicia.
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MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL