Navidad y fin de año son fechas especiales que congregan a las familias. No obstante, los ciudadanos de Venezuela, un país que ha sufrido un éxodo de migrantes, muchas veces se ven obligados a pasar las fiestas lejos de los suyos.
Lo único bueno que tiene la lejanía es que en algún momento llega el reencuentro y así le pasó a una familia que no se veía desde hace 4 años.
También de infarto estuvo el reencuentro de una mamá con su hijo migrante, quien regresó a Caracas para darle el mejor regalo. Fueron 3 años sin verse. La espera se acabó y todos se fundieron en un espectacular abrazo.
Llevando unos girasoles, Gabriela volvió a su país para ver a su mamá tras una larga separación.
Otra familia venezolana se volvió a ver después de 8 años. Luego de tanto tiempo, un hijo pudo viajar a Estados Unidos para ver a su progenitora.
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Sofía no pudo contener su emoción tras regresar a Venezuela luego de 7 años sin poder ver a los suyos.
Son unos 6 millones de venezolanos los que están dispersos por el mundo, pero no todos tienen recursos o condición migratoria adecuada para poder salir de los países en los que están actualmente para abrazar a sus familiares.