Había sido objeto de golpizas por dos días. Logró convencer al hombre de que su perro estaba enfermo y así pudo pedir ayuda.
Los hechos ocurrieron en DeLand, en la Florida, Estados Unidos.
“Llama a la policía, mi novio me tiene retenida. Tiene un arma, no le digas nada a él”, así decía la breve nota por la que Jeremy Floyd fue capturado. Fue entregada por una joven en secreto a un veterinario que atendía a su mascota y que llamó a las autoridades.
Según los informes policiales, la víctima llevaba dos días retenida. Durante ese tiempo, su novio la golpeó, maltrató e incluso intentó violarla.
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Floyd -quien tenía un amplio historial criminal por narcotráfico, posesión de drogas y robos a manos armada- fue capturado y acusado de violencia doméstica, agresión, encarcelamiento falso y posesión de arma de fuego.
Tras ser rescatada, la víctima narró la dura situación que vivió en su cautiverio de dos días. Según ella, su pareja creía que le estaba siendo infiel con otro hombre y por eso la retuvo. Tras una serie de maltratos ella intentó saltar por la ventana y huir. No tuvo suerte.
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Floyd la persiguió por la calle y la agarró por el pelo hasta llevarla nuevamente en la casa. Adentro, la cacheteó y trató de matarla con una pistola. La pareja forcejeó con el arma y se alcanzaron a disparar dos balas que, afortunadamente, no impactaron en nadie.
Beaten DeLand woman alerts authorities by slipping note saying she is being threatened at gunpoint by her boyfriend. Read more: https://t.co/FwxTwmdSKG pic.twitter.com/bK7rIHWWLT
— Volusia Sheriff (@VolusiaSheriff) May 26, 2018
Ella, al intuir que no podía escapar, convenció a su pareja para que llevaran al perro al médico porque supuestamente estaba enfermo.
Camino al centro médico, Jeremy volvió a amenazarla apuntándole con el arma y diciendo que la mataría a ella y a su familia.
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La mujer, que llegó a la veterinaria con golpes, cortaduras y un ojo morado, se alejó de su captor por unos minutos para ir al baño. Fue en este descuido de su captor, que pudo entregar la nota de auxilio a uno de los empleados del lugar.
La Policía llegó a los pocos minutos al lugar, desarmó a Floyd y lo capturó. La chica fue remitida a un hospital. Allí se descubrió que tenía una posible conmoción cerebral, causada por las continuas golpizas que recibió durante el cautiverio.
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Jeremy Floyd fue enviado a la cárcel del condado Volusia a la espera de ser llevado ante los tribunales.