Los dos jóvenes, sospechosos de agredir a Philippe Monguillot, de 59 años, fueron inculpados por tentativa de homicidio, informaron fuentes judiciales en Francia.
El chofer, padre de tres hijos, quedó con muerte cerebral tras la agresión que se produjo el domingo por la noche en la ciudad de Bayona y que conmocionó a todo el país.
Además de los dos jóvenes inculpados, de 22 y 23 años, que ya tenían antecedentes criminales, otros dos hombres, treintañeros, fueron inculpados por haber escondido a los sospechosos y por no haber prestado asistencia a una persona en peligro.
Los cuatro se encuentran detenidos.
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El grupo trató de subir al bus sin tiquete ni tapabocas, cuyo uso es obligatorio en los transportes públicos en Francia para evitar el coronavirus .
Cuando el conductor trató de impedir su entrada, fue bajado del bus y recibió repetidos puñetazos y patadas, que le causaron una lesión grave en la cabeza.
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Estaba inconsciente cuando lo llevaron al hospital y los médicos le declararon en muerte cerebral el lunes.
"Él no es mi esposo", dijo la pareja del conductor luego de verlo en la cama de hospital con la cara hinchada y, según ella, desfigurada.
"Imagina el sufrimiento cuando vio a todas estas personas atacándolo... Cuando lo vi, me dije que debía haber sufrido como un mártir", manifestó a medios franceses.