La fiscal general interina de Estados Unidos dijo este lunes que el Departamento de Justicia (DoJ) no defenderá la decisión del presidente Donald Trump de prohibir el ingreso al país de refugiados y personas provenientes de siete países musulmanes.
En un memorándum, la secretaria de Justicia interina Sally Yates -que sirvió como número dos del DoJ bajo la presidencia de Barack Obama- que ocupa el cargo hasta la confirmación en el Congreso del designado por Trump, dijo que dudaba de la legalidad y la moralidad de la orden ejecutiva de la Presidencia.
"Mi responsabilidad es asegurar que la posición del Departamento de Justicia sea legalmente defendible", escribió Yates en una nota ampliamente distribuida a los medios de prensa de Estados Unidos.
"En la actualidad, no estoy convencida de que la defensa del decreto sea consistente con estas responsabilidades ni de que la orden ejecutiva sea legal", agregó.
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Por lo tanto, "como soy el fiscal general interina, el Departamento de Justicia no presentará argumentos en defensa de la orden ejecutiva, al menos hasta que se convenza de que es apropiado hacerlo".
El decreto del presidente Trump, firmado el viernes, suspendió el ingreso a Estados Unidos de refugiados por un mínimo de 120 días y de ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen por 90 días.
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Esta directiva de Yates significa que el Gobierno estadounidense no contará con representación en juicios y demandas legales actualmente pendientes en los tribunales contra el decreto de marras y su aplicación.
La acción de Yates es más bien simbólica, ya que es probable que el candidato de Trump para ser fiscal general, Jeff Sessions, sea confirmado a la brevedad.
Sessions debe recibir el respaldo del comité de Asuntos Judiciales del Senado el martes y luego debe ser confirmado por el pleno del mismo cuerpo antes de tomar posesión.
El domingo, procuradores generales de 16 estados, incluyendo California y Nueva York, calificaron a la orden ejecutiva de Trump como "inconstitucional".
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En tanto, el Departamento de Defensa prometió actuar para logar que se permita la entrada a Estados Unidos de iraquíes que apoyaron a los militares estadounidenses en su país.
El Pentágono está trabajando en una lista de nombres de iraquíes que han cooperado con el ejército estadounidense, "a menudo poniendo en peligro" sus propias vidas, dijo el portavoz Jeff Davis en una conferencia de prensa.
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De acuerdo a Davis, el Departamento de Defensa procurará "garantizar que quienes han demostrado su compromiso tangible en la lucha a nuestro lado y nos apoyan" sean excluidos del decreto.