Un bogotano que navegaba en un velero por los Everglades, en Florida, Estados Unidos, cayó al agua y fue atacado por un cocodrilo.
El hombre de 68 años fue trasladado de urgencia a un centro médico con una mordedura en una de sus piernas.
Rodrigo Constaín nunca imaginó que salir a navegar en su velero nuevo en el puerto deportivo Flamingo Marina le haría pasar tan aterradora experiencia. Un viento volteó la embarcación y terminó en el agua siendo atacado por un cocodrilo.
“No lo podía ver en el agua. Cuando me agarró, sentí que mi pierna estaba atrapada, así que metí las manos y sentí su hocico, era un hocico alargado, por eso supe que era un cocodrilo y no un caimán. Solo traté de que lo abriera, pero no tenía la fuerza suficiente, al final, él solo abrió y me liberó”, cuenta el hombre.
Nadó hasta la orilla, en donde fue rescatado. Hoy solo agradece estar con vida: "Ahora mismo me siento bien, porque estoy vivo, después de semejante experiencia, eso es lo más importante. Tengo dolor, pero nada de eso importa”.
Rodrigo Constaín asegura que su fe lo salvó, pues no encuentra otra explicación para contar la historia ahora: “Siento que la única explicación sobre eso es Dios, él me salvó la vida, porque la única explicación de cómo tomé su hocico y lo abrí es Dios, no hay más explicación, si yo no creyera en Dios no hubiera sobrevivido”.
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Aunque los ataques no provocados de caimanes son poco comunes en Florida, lo son aún menos los de cocodrilo. Según cifras oficiales, en la última década se han registrado 8 mordidas de caimán al año, mientras de cocodrilo solo se han registrado dos.