Estados Unidos se prepara para una nueva jornada de debates presidenciales. Este martes la cita será en Filadelfia, donde Kamala Harris y Donald Trump continuarán impulsando sus campañas, las cuales en los sondeos van hombro a hombro.
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"Nos está gobernando gente estúpida, eso lo descubrimos en el debate con Joe. ¿Cómo resultó eso? Vamos a descubrirlo de nuevo el martes en la noche", expresó Donald Trump antes del primer debate que tendrá frente a Kamala Harris.
Mientras el expresidente estuvo calentando de correría en Wisconsin, la candidata demócrata sostuvo sesiones de entrenamiento junto a sus asesores, confesando que está preparada para este debate.
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Este será uno de los momentos más importantes para las campañas, puesto que muchos de los votantes se han mostrado expectantes de este encuentro para asegurar a quién le entregarán su apoyo en las próximas elecciones.
"No he decidido por quién voy a votar, pero aun así quiero escuchar lo que las partes tienen por decir", confesó Leigh Gracie, uno de los votantes.
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¿Qué dicen las encuestas?
Pensilvania es uno de los pocos estados bisagra, es decir, que se decanta por uno u otro partido dependiendo de las elecciones y de los candidatos.
Al igual que en los dos comicios presidenciales anteriores, las elecciones de 2024 podrían decidirse por unos pocos miles de votos en determinados condados estratégicos de seis o siete estados clave, debido al sistema de votación por sufragio universal indirecto.
En cuanto a la intención de voto a escala nacional, a veces los sondeos dan ventaja a la demócrata, que ha movilizado a las bases, pero aún tiene que darse a conocer a buena parte de la población, y otras al republicano, cuyos seguidores se mantienen leales a pesar de sus problemas judiciales y sus declaraciones desmedidas.
Un sondeo hecho público este lunes por la cadena ABC otorga a Kamala Harris un 50% de intención de voto frente al 46% de su rival entre los estadounidenses registrados, y un 52% frente al 46% entre los votantes que tienen previsto acudir a las urnas.
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Una encuesta publicada el domingo por el New York Times daba al expresidente, objeto de un intento de asesinato en julio, una ventaja de un punto sobre la vicepresidenta (48% a 47%).
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