Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
En Miami, Florida (Estados Unidos), uno de los casos más impactantes de la década de 1980 llegó a su fin gracias a la ciencia y a una muestra de ADN. Un jurado declaró culpable al hombre conocido como el violador de la funda de almohada, responsable de una ola de ataques sexuales que sembró el miedo hace cuatro décadas.
El acusado es Robert Koehler, hoy de 66 años, a quien hallaron culpable de un ataque sexual ocurrido en 1984. Los delitos por los que debe responder son allanamiento de morada, secuestro y agresión sexual.
Una de sus víctimas, que hoy tiene 63 años, testificó en la audiencia contra el sujeto que se había declarado inocente y quien denunció supuestas torturas por parte de la Policía, a quien acusó de obligarlo a cometer delitos.
“En ese momento me puso algo sobre la cabeza, me quitó la ropa interior y me violó”, declaró la mujer.
La fiscal Laura Adams agregó que el violador de la funda de almohada “la arrastró escaleras abajo y le puso una capucha en la cabeza. También le puso un cuchillo en el cuello y en el cuerpo varias veces”.
Según la investigación, el modus operandi de Koehler era irrumpir en la madrugada en las viviendas de sus víctimas, taparles las caras, amenazarlas con matarlas a ellas o a sus familiares, agredirlas sexualmente, robarlas y desaparecer sin dejar rastro.
El crimen contra decenas de víctimas permaneció impune hasta que la ciencia unió las piezas que faltaban.
Publicidad
Las autoridades llegaron a él tras la detención de su hijo en 2020. Una muestra de ADN del joven quedó registrada en la base de datos. Al compararla con los perfiles genéticos de casos sin resolver, los investigadores notaron una coincidencia que sugería un parentesco con el agresor de la década de 1980, eso llevó a la policía a vigilar a su padre.
Un agente encubierto lo siguió hasta un supermercado y dijo durante el juicio que “mientras hablábamos él limpió la manija del carrito con un papel que luego analizamos”.
Publicidad
El ADN coincidió con el de los fluidos recogidos tras la agresión ocurrida en la década de 1980 y dos días después lo detuvieron.
Hasta ahora van dos casos confirmados, pero su ADN está vinculado a por lo menos 25 agresiones sexuales tan solo en Miami-Dade y se eleva a 45 al sumar el condado de Broward.
NOTICIAS CARACOL