Vuelve la cerveza a Venezuela gracias a un préstamo bancario

Cervecería Polar, ícono del mayor grupo empresarial de Venezuela, anunció este jueves que reactivará la elaboración de cerveza, paralizada en abril por falta de materia prima, tras obtener un préstamo de 35 millones de dólares del banco español BBVA.

El presidente del grupo empresarial, Lorenzo Mendoza, informó que Polar reanudará la producción cervecera el próximo mes tras obtener el préstamo de BBVA, usando "como garantía" sus "acciones en Inversiones Banpro International Inc. N.V. Curacao", en la que tiene una participación accionaria desde 1984.

El crédito "permitirá comprar cebada malteada y lúpulo, materia prima para la fabricación (...), y láminas de acero para poder fabricar las tapas", precisó un comunicado de la Cervecería.

Polar, también el principal productor de alimentos del país, cubre 80% del mercado cervecero, y a fines de abril paralizó cuatro plantas de producción, lo que afectó a unos 10.000 empleados directos, según la empresa.

"Frente a esta situación hemos estado analizando cómo hacer para activar de nuevo nuestra producción de cerveza y malta y finalmente hemos encontrado una solución temporal que nos permitirá producir hasta finales de 2016", afirmó Mendoza.

El empresario pidió al gobierno garantizar "un sistema de acceso a las divisas" que permita cumplir con los pagos vinculados al préstamo, que se asumirán en seis meses.

En el país petrolero está vigente desde 2003 a un férreo control de cambio, que limita el acceso de privados a divisas extranjeras.

"Empresas Polar está demostrando con hechos su compromiso con Venezuela", agregó Mendoza, quien ha sido acusado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, de promover lo que el chavismo denomina como una "guerra económica".

Del grupo empresarial Polar, creado hace 75 años, salen la mayoría de productos que consumen los venezolanos, entre estos la harina de maíz, con la que se hacen las arepas (el plato típico del país).

Venezuela tiene la inflación más alta del mundo (180,9% en 2015 y proyectada en 700% en 2016 por el FMI) y una escasez de alimentos y medicinas que supera los dos tercios.