
La Plaza de Bolívar y el salón elíptico del Congreso han recibido a miles de personas en el adiós a Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial quien fue baleado el 7 de junio y, tras 64 días en grave estado, falleció víctima de ese atentado. Sus familiares, sus amigos y personas quienes seguían su carrera política se han acercado a estos lugares para homenajearlo.
Antes de la salida del féretro a la catedral primada, Lidio García, presidente del Senado, dedicó unas sentidas palabras en honor a Uribe Turbay, cuyo asesinato conmociona a Colombia. En un primer momento, manifestó que asisten, “con el corazón desgarrado, a un acto que nos hiere en lo más hondo”.
“Nos encontramos en este recinto de las ideas, unidos por el dolor, para despedir a un amigo entrañable, a un luchador incansable, Miguel Uribe Turbay, cuya vida fue arrebatada por defender los ideales que nos convocan", mencionó García en el inicio de su discurso.
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El senador añadió en su intervención un sentido pésame a sus familiares que "hoy enfrentan un vacío irreparable" y lamentó la situación en el país después de ver "apagarse una de sus luces más luminosas. Como se recuerda la historia, un líder verdadero, un faro que guía en la oscuridad nace tal vez cada medio siglo y duele en Colombia que esas luces como Miguel se apaguen en plena primavera".
El funcionario describió al fallecido senador como aquella "luz" que, según manifestó, "en los días más oscuros, sus ideas trazaban la ruta de una Colombia sin odios, ni mezquindades, una patria reconciliada". "Su legado no quedó a medio camino. Cada vez que decíamos: 'Fuerza Miguel', estábamos diciendo 'tu causa es la causa de Colombia'".
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García mencionó que hoy en el Congreso lloran a Uribe Turbay con “una tristeza que los quiebra y una rabia que los incendia”. Le envío un mensaje de condolencias a su esposa, hijos, padre, hermana y amigos, “quienes enfrentan un vacío irreparable”.
“Rabia por una nación que, una vez más, ve apagarse una de sus luces más luminosas. Porque, como nos recuerda la historia, un líder verdadero —un faro que guía en la oscuridad— nace quizás cada medio siglo. Y duele, duele en el alma, que en Colombia esas luces se apaguen en plena primavera. Miguel fue esa luz en los días más oscuros”, anotó.
Para Lidio García, las balas que le arrebataron la vida no solo rompieron el corazón de su familia; volvieron a abrir las fracturas de un país que no logra encontrar la paz. “Y entonces, nos preguntamos: ¿Quién viene ahora? ¿Qué viene ahora? Las respuestas no pueden esperar. No basta con exigir justicia, aunque sea una obligación inaplazable del Estado. No basta con decisiones políticas que devuelvan confianza a un pueblo golpeado. Es un deber de todos: del Congreso, del Gobierno, de los jueces, de cada ciudadano. Tenemos que actuar. Tenemos que bajar el tono de las palabras incendiarias, desterrar la agresión del debate, cerrar las grietas que nos dividen”, señaló en su discurso.
El senador se preguntó que, si no se aprende a vivir en paz, a respetar al otro, a celebrar la diferencia como riqueza, ¿qué país se dejará a los hijos? “No más combates en las palabras, no más división en los corazones. Si de este momento doloroso podemos extraer algo, que sea un compromiso inquebrantable con la unidad. Que el sacrificio de Miguel Uribe Turbay no sea en vano”, añadió.
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