Así se recolectarán los residuos de la vacunación contra el COVID-19 en Bogotá

Rubén y Sergio cada noche se alistan para recorrer más de 80 kilómetros por toda Bogotá con el fin de recolectar entre tres y cinco toneladas de residuos hospitalarios.

“Nosotros tenemos un horario de entrada, que es a las siete de la noche. Ingresamos, nos toman la temperatura, nos colocamos nuestros overoles, nuestros elementos de protección y nos dirigimos al salón de logística. Nos entregan una báscula, nos entregan el smartphone y la planilla donde tenemos que hacer la recolección”, narra Rubén Darío Bello, auxiliar de Ecocapital.

“Recogemos, generalmente, residuos de riesgo biológico, como vendas, papeles de baño y batas, básicamente todo lo que salga contaminado de las clínicas y los hospitales”, explica Sergio Montaño, agente de servicios de Ecocapital.

Un reto al que ahora se suma un nuevo desafío: recolectar los residuos de la vacunación contra el COVID-19 , a partir del próximo miércoles, 3 de marzo de 2021.

“Al comienzo de la pandemia, hace aproximadamente un año, sí tenía un poquito de temor por el COVID , pero como que ya uno se acostumbra, es como el día a día. La verdad, estamos a la expectativa de recoger las inyecciones”, manifiesta Rubén.

En total, son 160 hombres que no solo recolectan entre 30 y 50 toneladas diarias de residuos generados en toda la ciudad, sino que también se encargarán de esterilizar los residuos de las vacunas.

“Manejamos dos procesos: en una planta de Fontibón manejamos la esterilización, que es una especie de baño al vapor en donde procesamos los residuos a alta temperatura, más o menos unos 125 grados centígrados. Y tenemos otros residuos que son los que se mandan a termodestrucción, afuera de Bogotá, qué están compuestos por las cortopunzantes, por los residuos animales y anatomopatológicos”, detalla Germán Ordóñez, director de operaciones de Ecocapital.

Mientras estos hombres se preparan para la recolección de los residuos de las vacunas en Bogotá, seguirán recorriendo las calles de la ciudad entre las 7:00 p. m. y las 3:00 a. m.

Una labor que no solo agradece el medio ambiente, sino que se ha convertido para Rubén y Sergio, en los últimos siete años, en un sustento para cumplir sus sueños y el de sus familias.