Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Push Noticias Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
Ahora no
Activar

Publicidad

Este es el síndrome que hace que los niños no quieran comer: ¿el ‘coco’ de los papás?

El síndrome que evita que los más pequeños de la casa prueben cosas que vayan más allá del azúcar puede aparecer antes de los 5 años de vida. Este es el problema que presentan algunos para comer.

Este es el síndrome que hace que los niños no quieran comer

Una queja frecuente en los más pequeños de la casa suele ser “no quiero comer” y este escenario es más frecuente de lo que se cree y se debe al síndrome del comedor melindroso o quisquilloso.

Este síndrome se da cuando los niños y niñas solo quieren comer ciertos alimentos, en especial aquellos con azúcar y harina. Por ejemplo, suelen rechazar los vegetales y frutas. Además, comen lento y no les gusta probar comidas nuevas.

Es clave que a su hijo le hagan una evaluación médica-nutricional


Antes de determinar que su hijo padece este síntoma, es oportuno descartar que se trate de un problema físico, que no suele ser lo mas frecuente en estos casos. Si luego de la evaluación se descarta una causa orgánica, pues se pasa a hacer otro tipo de pruebas y confirmar que se trata de un tema del comportamiento, que, generalmente, es transitorio y se puede manejar sin medicamentos.

Especialistas explican que el síndrome del comedor melindroso o quisquilloso se trata de una percepción de los adultos y solo en 2 de cada 10 casos hay una verdadera pérdida del apetito causada por diferentes razones.

Luis Miguel Becerra, presidente de la Asociación Colombiana de Dietistas y Nutricionistas, explicó que hay “dos razones fundamentales" de este síndrome.

Publicidad

"Una de base por deficiencia de hierro, zinc, alteraciones intestinales o algo que llamamos melindroso, síndrome que es lo que le hace al niño difícil comer y se relaciona más con pautas de crianza que enfermedad de base como tal”, detalló.

Este síndrome es más común en niños que en niñas y suele aparecer antes de los 5 años. Y al estar relacionado con las pautas de crianza se requiere compromiso de los padres.

Publicidad

Hay que guardar la calma, tener presente que es un fenómeno transitorio, que, en la medida en la que se trate adecuadamente y a tiempo, se cura y se evitan complicaciones.

  • Publicidad