El ají es un alimento muy popular y consumido en varios países de Latinoamérica. Su sabor picante le da un toque especial a las comidas, pero también genera cuestionamientos sobre sus efectos en la salud, especialmente en el estómago. ¿Es verdad que ayuda a prevenir la gastritis? Es la pregunta que algunos se han hecho, pero su respuesta no es tan simple.
¿Qué es la gastritis?
La gastritis es una inflamación de la mucosa que recubre el estómago, causada por factores como el estrés, el consumo de alcohol, el uso de medicamentos antiinflamatorios o la infección por la bacteria helicobacter pylori. Los síntomas más comunes son el dolor abdominal, la acidez, las náuseas y el reflujo.
Se suele pensar que el ají empeora la gastritis, debido a que estimula la secreción de ácido gástrico y puede irritar la mucosa inflamada. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que este alimento tiene propiedades beneficiosas para el estómago, gracias a un componente llamado capsaicina.
La capsaicina es la sustancia responsable del picor del ají y tiene efectos antiinflamatorios, antioxidantes y analgésicos.
Según una investigación, el consumo frecuente de ají funciona como un factor protector de las paredes del estómago y se asocia con una menor aparición de síntomas de gastritis y síndrome de intestino irritable.
Otro estudio publicado en Journal of Nutrition encontró que el extracto de ajo puede ayudar a reducir los síntomas de la gastritis al contener propiedades y beneficios para recubrir el estómago y aliviar la acidez.
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El ajo es otro alimento que suele acompañar al ají en muchas preparaciones.
Sin embargo, no todo es color de rosa. El ají también puede tener efectos adversos en algunas personas, especialmente si se consume en exceso o si se prepara con ingredientes ácidos, como el vinagre o el limón. Estos aumentan la gastritis en quienes lo consumen.
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