Cada día más de un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual en el mundo y en la mayoría de los casos no presentan síntomas. Un tema que sigue rodeado de mitos y tabús y hay que hablarlo porque puede impactar seriamente no solo en la vida sexual.
Juan Carlos Vargas, ginecólogo asesor científico de Profamilia, aseguró que “algunas de esas infecciones son inicialmente asintomáticas o silenciosas. A parte de la hepatitis B y el virus de VIH, por ejemplo, la gonorrea en los hombres al principio es silenciosa y en las mujeres es un poquito más sintomática, pero si la dejamos progresar puede llevar a infertilidad porque obstruye las trompas en el caso de las mujeres y produce daños en los conductos del varón”.
Son más de 30 bacterias, virus y parásitos diferentes que se transmiten por contacto sexual y que, por supuesto, son prevenibles.
“La única estrategia que funciona y que a este momento se tiene es el uso del condón en todo tipo de acercamiento sexual o las vacunas. Algunas de estas infecciones son prevenibles a través de vacunas. La vacuna del virus del papiloma humano que previene entre cuatro y nueve genotipos del virus dependiendo del tipo de vacuna. Hay vacunas contra la hepatitis B y esa es una de las estrategias que tenemos: educación vacunas y condón”, complementó el médico Vargas.
Según el doctor Vargas, estas infecciones son más frecuentes en población de 15 a 35 años y, aunque hoy se hable más del tema, siguen existiendo mitos y barreras en los entornos familiares y sociales.
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“Sé que no es un tema fácil hablar de sexualidad con un hijo adolescente, pero hay que hacerlo. Debemos hacerles preguntas a los jóvenes, porque a veces ellos no quieren saber más de lo que uno de pronto les va a decir. Entonces, son preguntas sencillas que les hacemos, ellos nos las contestan y con base en las respuestas estructuramos un esquema de prevención. Todos tenemos derecho a tener una sexualidad placentera, pero además debe ser responsable”, explicó Vargas.
Por eso no señalar ni juzgar y más bien buscar orientación adecuada para los jóvenes es el paso más importante.
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“A veces los jóvenes utilizan una amiga o un compañero, o dicen que a otra persona le pasó, y es para poder averiguar o para tantear el escenario a ver los papás qué opinan. Entonces, siempre es importante no juzgar para crear un ambiente de comunicación fluida”, finalizó el ginecólogo Vargas.
Algunas de estas infecciones como la sífilis se pueden curar, otras como el VIH, no. Por eso, teniendo el gran impacto que pueden tener no solo en la vida sexual, sino en la salud reproductiva y general, la prevención y la consulta temprana hacen la diferencia.