Especialistas explican que son diversas las sustancias que usan los delincuentes para poner a sus víctimas en estado de indefensión y facilitar los robos. Ellos recuerdan la cautela que se debe tener a la hora de recibir bebidas o alimentos de personas extrañas.
El alcohol es una de las principales bebidas usadas por los delincuentes para mezclar y suministrar sustancias químicas que tienen efectos neurológicos y así conseguir que la víctima pierda el control.
“La escopolamina ya se dejó de usar hace muchísimos años y actualmente usan medicamentos que deprimen el sistema nervioso central, vulneran la capacidad de razonar, pensar, y lo que hacen es crear a una persona vulnerable y que obedece órdenes”, manifestó Andrés Olaya, toxicólogo clínico.
A simple vista, es difícil diferenciar por color, olor o sabor un trago que esté alterado con las sustancias, usadas con fines delictivos.
“Lo mezclan en licor, bebidas ácidas o gaseosas. Lo ofrecen a las personas, pero los síntomas no se sienten inmediatamente. Necesita absorberse, llegar a la sangre y al cerebro. Eso puede tomar 30 minutos. La persona queda vulnerable. Los primeros síntomas son mareos, pérdida de la consciencia, pérdida de la conexión en el medio, hablar entrecortado o como borracho”, sostuvo Olaya.
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El especialista aseguró que ante estos síntomas “lo mejor es protegerse, comentarle a una persona y asistir a un servicio de urgencias, donde se administrarán los cuidados adecuados y las pruebas pertinentes”.
Tenga en cuenta que la mayor precaución es a la hora de recibir bebidas, pero también alimentos. “No sea confiado, no reciba ni comida ni bebidas a personas extrañas. Si los mayores van a salir a cobrar la pensión, procure acompañarlas. Igual para las personas que van a bares solos”, concluyó.
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