A las 12 en punto, el Ojo de la Noche en Medellín acompañó un recorrido por el nororiente de la ciudad a través del cual la Policía buscaba que se cumpliera con la medida de toque de queda implementada por el alcalde Daniel Quintero.
En la zona, varios establecimientos comerciales estaban recibiendo clientes pese a la restricción y ante la llegada de la Policía comenzaron a cerrar sus puertas.
Además, algunos indisciplinados escogieron la noche para tomar bebidas alcohólicas en la calle y desafiar el virus sin protección.
La mayoría de infractores aseguró que, ante tantos cambios de los alcaldes, se confundieron.
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Luego se visitó el centro de la ciudad, donde la indisciplina también era evidente. El operativo se realizó con miembros de Esmad, el halcón de la Policía y drones para verificar diferentes puntos críticos.
“Durante el recorrido de los patrullajes encontramos personas que manifiestan no conocer la medida, otros consumiendo bebidas (alcohólicas). Aplicamos la medida correctiva porque encontramos que no hay ningún tipo de justificación para la conducta que está presentando”, dijo el coronel José Galindo, comandante operativo encargado de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
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En Parques del Río, donde se presentaban días antes aglomeraciones, el panorama fue otro: los alumbrados apagados, sin turistas, sin aglomeraciones y a la espera de volver a encenderse para el mes de enero.