En Bucaramanga, otros que abandonaron el vecino país por la crisis recibirán 2018 a la intemperie en un parque. Hablaron de lo que extrañan y de sus propósitos.
“Antes por lo menos se conseguía todo. Ahora todo es caro, casi nada se consigue", dijo uno de quienes se encuentran en la capital del país.
Myriam Cantillo, quien trabaja a pocos metros del lavadero, también habla de lo que le más le hace falta.
“A mi familia, a mis hijas, tengo cuatro hijas allá y a mi hermana”, relató.
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Aunque las últimas horas del año la pasarán trabajando, los extranjeros también se toman su tiempo para abrazarse y cantar con mucho sentimiento el amor por su Venezuela del alma.
Conozca más sobre la migración de venezolanos hacia nuestro país.
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