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La exseñorita Bogotá María Camila Correa fue víctima de abuso por parte de un sujeto, identificado como Farley José López Henao, quien fue profesor suyo en el colegio Jefferson de Cali. Según su relato, en mayo de 2008, cuando ella tenía 12 años, el docente la llevó al cuarto izquierdo del teatro del colegio y le tocó sus partes íntimas. El docente fue condenado en las últimas horas y la víctima se pronunció.
Fue hasta 2019 que Lina María Montalvo, la mamá de la víctima, interpuso la denuncia ante el juzgado Noveno del Circuito de Cali, donde comenzaron las audiencias.
A través de sus redes sociales, la exseñorita Bogotá se pronunció frente a la condena del profesor que abusó de ella: “Pensé que nunca iba a hacer este video, pero hoy se hizo justicia”.
María Camila narró cómo fue víctima de su docente. “Hace 17 años, un profesor quiso arrebatarme la niñez, pero fui muchísimo más fuerte que él. Tenía 12 años y me quedé callada por miedo, por pensar que nadie me iba a creer, ni siquiera mis papás”, recordó María Camila.
A los 14 años, dijo la exseñorita Bogotá, “sin poder sostener más este dolor, le conté a mi mamá. Ella, una mujer increíblemente sabia, no se dejó del miedo y me llevó a denunciar a la Fiscalía. Desde ese día, comenzó un proceso que duró 15 años; una tortura completa”. Ahí entendí que estaba dejando de jugar con muñecas por vivir, tal vez, el dolor más grande de mi vida”.
Para María Camila Correa, “cada audiencia fue una revictimización. Las aplazaban por múltiples excusas que eran patéticas. Nada pasaba y esto hacía que mi dolor de niña de verdad no sanara”. Todo cambió para María Camila, dijo, “cuando conocí un abogado, Juan Felipe Criollo, quien logró sacar adelante un caso que llevaba 13 años estancado en la Fiscalía”.
La exseñorita Bogotá envió un mensaje a los papás “para que no duden de sus hijos. Una chiquita o chiquito de 12 años no miente. Y a quienes sienten miedo de hablar, estoy para decirles que no están solas. Soy la voz de muchas de callaron o que aún callan por miedo. Les puedo decir que así la justicia se demore, llega.”.
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El abogado de María Camila Correa dijo en la emisora W Radio que “su declaración fue consistente y perduró en el tiempo, pues durante el mismo fueron palpables los sentimientos que la víctima mantuvo hasta su adultez, los cuales tuvieron su génesis en mayo de 2008, como consecuencia de los actos desplegados por el acusado”.
Agregó que “el testimonio de su progenitora, de sus amigas y de expertos adscritos al Instituto de Medicina Legal, demostró que la actitud y los sentimientos expresados por María Camila se debían a la experiencia traumática sufrida por cuenta del señor Farley López”.
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Finalmente, el defensor sostuvo que, “hoy en día, después de tantos años, la justicia llega, pero genera un pequeño alivio en el alma de María Camila y de su familia”.
En Colombia, denunciar abuso sexual y maltrato infantil es una obligación legal y moral. El primer paso es garantizar la protección inmediata del menor. Si la situación es urgente, se debe llamar a la línea 123 de la Policía Nacional o acudir a un centro médico para atención y registro de lesiones.
Existen canales especializados para reportar estos casos. La línea 141 del ICBF está disponible para recibir denuncias sobre cualquier forma de maltrato o abuso sexual infantil. También se puede acudir a las Comisarías de Familia, las URI (Unidades de Reacción Inmediata), Casas de Justicia o presentar la denuncia directamente ante la Fiscalía General de la Nación, incluso a través de su portal web en el botón “Denuncia Fácil”. Otra opción es el sitio www.teprotejo.org, que permite reportar de manera anónima.
La denuncia puede ser verbal o escrita, incluyendo detalles del hecho, ubicación y, si es posible, datos del agresor. No es necesario ser familiar de la víctima; cualquier persona que tenga conocimiento puede denunciar. Tras el reporte, las autoridades activan medidas de protección, atención psicológica y médica, y la Fiscalía inicia el proceso penal. Actuar rápido es fundamental para salvaguardar los derechos del menor y evitar que el abuso continúe.
CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
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