Un angustioso momento vivieron los cuerpos de socorro que trabajan para combatir un incendio forestal en el municipio de Carmen de Apicalá, en Tolima. Harold Duarte, un bombero de 22 años, cayó a un abismo de más de 30 metros cuando intentaba controlar las llamas.
El hombre rodó sufrió múltiples fracturas. Una operación de la Fuerza Aérea fue necesaria para acudir en su ayuda.
Un helicóptero Bell-212 del comando aéreo número cuatro, con sede en Melgar, acudió con personal especializado para este tipo de complejos rescates. Uno de los socorristas descendió con una camilla hasta el lugar donde se encontraba el bombero herido y, una vez lo tenía asegurado, se inició el ascenso hasta el aparato.
Allí lo esperaban un esquipo médico especializado que logró estabilizarlo y luego fue trasladado al Hospital Federico Lleras Acosta, de Ibagué, donde permanece en cuidados intensivos.
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Según los primeros reportes médicos, el bombero Harold Duarte sufrió fracturas a nivel de miembros inferiores y posiblemente en cadera, trauma cerrado en tórax y dificultad para respirar.
Incendio tras explosión en Bosa quemó ocho buses del SITP: “Tembló la casa”
En otras noticias, un gran estruendo hacia las 3:00 a.m. de este martes, 7 de febrero, despertó a los vecinos del barrio San José de Bosa, en límites con Soacha. El estallido originó un gran incendio que consumió ocho buses del SITP que estaban en un parqueadero.
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“Yo estaba dormido y la explosión me levantó. Eso tembló la casa. De inmediato salimos”, relata uno de los vecinos del lugar del incendio.Como los ocho buses del SITP estaban en fila, las llamas se expandieron rápidamente de un vehículo a otro.
Los vecinos de la zona se unieron para sacar los demás carros que se encontraban en el parqueadero y así evitar un desastre mayor. También para despejar el lugar y que pudieran acceder los cuerpos de socorro.
A lugar llegaron varias máquinas de los cuerpos de Bomberos de Bogotá y Soacha para intentar controlar las llamas. En la operación una bombera resultó lesionada, cuando fue golpeada por una de las mangueras que con mucha fuerza lanzaba chorros de agua.
Aún no es claro qué causó la conflagración que quemó los ochos buses del SITP, pero vecinos del parqueadero aseguran que algunos conductores los dejan prendidos durante la noche y eso genera que se recalienten.
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“¿Por qué el administrador permite eso?”, se pregunta uno de los testigos.
Al final, el cuerpo de Bomberos logró controlar las llamas, pero cinco de los ochos buses del SITP quedaron completamente destruidos. Los otros tres terminaron con graves afectaciones.
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Autoridades investigan la causa del incendio para establecer si fue un accidente o hubo manos criminales en el hecho.