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Cruda confesión de exmiembros de FARC sobre policía asesinado en cautiverio: "Le dábamos clonazepam"

Ante la JEP, uno de los exintegrantes de las FARC se refirió a lo ocurrido con el subintendente Luis Peña. Dijo que "la decisión no fue liberarlo" y que la "salud mental" del uniformado "fue empeorando". ¿Qué otras revelaciones hicieron?

"Le dábamos clonazepam": cruda confesión de exmiembros de FARC sobre policía asesinado en cautiverio

Este viernes, 25 de agosto, la JEP advirtió que el atentado al club El Nogal en Bogotá, cometido por las extintas FARC, fue un crimen de guerra . Asimismo, exguerrilleros de este grupo armado dieron detalles de las cruentas tomas a varias poblaciones del oriente de Colombia.

En medio de una audiencia a la que tuvo acceso Noticias Caracol, exmiembros del Bloque Oriental de las FARC, el más grande de la extinta guerrilla, revelaron cómo se planearon algunas de las más sangrientas tomas guerrilleras del conflicto armado.

Una de ellas fue la toma de El Billar, en Cartagena del Chairá. Allí murieron 64 soldados y 43 militares fueron secuestrados. Los guerrilleros tenían un objetivo.

“Retenerlos con el fin de promover un intercambio por nuestros presos políticos. Esto, aunque lo entendemos como una decisión acorde al derecho de la guerra, terminó generando múltiples afectaciones que no logramos comprender, sino hasta este momento”, expresó uno de los comparecientes ante la JEP.

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Con mapas y tratando de explicar paso a paso el modus operandi de las FARC en ese entonces, otro compareciente narró cómo por 26 horas acorralaron a la fuerza pública en la toma de Miraflores, en agosto de 1998. Un total de 112 integrantes de la fuerza pública fueron secuestrados.

A pesar de ver el sufrimiento y las graves enfermedades de los secuestrados, los exguerrilleros confesaron que en muchos casos tomaron la decisión de mantenerlos en cautiverio. Uno de esos casos fue el del subintendente de la Policía Luis Peña, asesinado en cautiverio el 20 de diciembre de 2003.

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Hoy asumimos de forma colectiva que la decisión no fue liberarlo. La salud mental de Peña fue empeorando, le suministrábamos clonazepam”, agregó otro de los comparecientes ante la JEP.

También hablaron de cómo fue la ejecución de la toma de Puerto Rico, Meta, en 1999.

“Su trabajo era infiltrarse. Realizaban esas acciones de noche y de día para así saber cuántos policías eran, a qué horas salían, a qué horas entraban, qué armas tenían. Así supimos que tenían fusiles, armas de apoyo y varias granadas de mano", señalaron los comparecientes.

Este acto de confesión terminó con una vela encendida, que para las víctimas simboliza la esperanza de que las FARC sigan contando la verdad.

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