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Un desgarrador testimonio dio en Noticias Caracol una patrullera de la Policía Nacional Karen Yuliana Semanate, quien valientemente enfrentó junto con sus compañeros el ataque terrorista, de por casi 10 horas, de al menos 300 disidentes de las disidencias de las Farc en el municipio de Buenos Aires, departamento del Cauca.
La patrullera narró que el ataque comenzó en horas de la mañana. “Eso empezó como a las 6:40 o 6:50. Estábamos durmiendo a esa hora cuando sentimos el primero. Ya nos despertamos todos, se sabía que teníamos que reaccionar, coger nuestro armamento, ver los puntos de nuestro plan de defensa”.
Agregó que “en ese momento yo estaba municionando, ayudándoles a los compañeros que ya se estaban quedando sin sus proveedores, cuando de repente sentimos que se vino todo encima, eso fue algo muy fe, se quedó todo oscuro, no veíamos nada, solo escuchábamos a un compañero que gritaba y pues el susto fue muy grande, la verdad, algo terrible”.
La uniformada explicó que los impactaron con “un cilindro o un tatuco, artefactos explosivos improvisados. Eso fue uno tras otro. Entonces, la estación era algo muy seguro porque estaba fortificada”.
Según la patrullera, fueron al menos 300 los disidentes que los tenían rodeados en la estación de Policía de Buenos Aires. “Estábamos super rodeados. Eran más o menos unos 300 poque estábamos completamente rodeados. Ellos se tomaron las casas de al frente, nos atacaban por todos los lados”, narró.
Los disidentes de las Farc suelen quitar la luz de la estación de Policía del municipio y cortan la señal de para las telecomunicaciones. Además, contó que se tenía la sospecha del ataque: “Siempre pasa así. Nos quitan las comunicaciones. En todo momento tenemos alertas de posibles afectaciones contra las instalaciones, contra el personal. Entonces, nosotros siempre manteníamos a la defensiva, preparados para todo eso”.
La patrullera también reveló que los disidentes que los atacaron utilizaron los megáfonos de la Iglesia. “Se escuchaban claramente. Al padre lo amenazaron para que él también hablara. Hubo un momento en que nos dijeron que nos daban 20 minutos, que ‘si ustedes no solucionan, a todos los acabamos’. El padre dijo que nos rindiéramos, que ellos nos iban a perdonar la vida, pero eso nunca iba a ser real. Nosotros nunca nos rendimos”.
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Frente a dichos mensajes provenientes de la Iglesia, la patrullera indicó que “nosotros nos pusimos en manos de Dios, dijimos que nos les íbamos a hacer caso, que Dios era primero, que él nos iba a sacar de esta situación”.
La uniformada sostuvo que habló con su familia y que “ellos están orgullosos. El temor y las oraciones nunca faltaron, en todo momento me dieron aliento”.
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Por su parte, el mayor Diego Cardozo, piloto de Black Hawk, habló de la operación para brindar ayuda a sus colegas. “En algunos videos se nota que tuvimos hostigamiento por parte de estos delincuentes. Los técnicos estuvieron pendientes y respondieron a este ataque”.
Agregó que la destrucción de la estación de Policía “es comparado con una catástrofe o un terremoto. Lo que estábamos viendo era preocupante”.
En medio de la tragedia, una perrita de nombre Polita, mascota de la estación, fue rescatada por los uniformados. “Ella sobrevivió, estuvo con nosotros en todo momento y no la íbamos a abandonar. Cuando nos cayó un tatuco, que fue el que desbarató la parte del frente de la estación, en ese momento todos nos fuimos a esconder en la parte de atrás de los alojamientos. En el momento en que salimos a socorrer a un compañero, la escuchamos llorando, ella estaba debajo de unos escombros, un compañero la sacó y la llevamos con nosotros”, narró la uniformada.
CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOL
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