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En un operativo conjunto realizado en Piedecuesta, Santander, la Policía Nacional de Colombia, con apoyo de la Interpol y la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania (BKA), logró la captura de Georg Riess, un ciudadano alemán de 34 años que en 2009 protagonizó un tiroteo en un colegio de Baviera, uno de los dieciséis estados de Alemania. El hombre había huido recientemente de una clínica psiquiátrica en su país y se refugió en territorio colombiano tras pasar por Brasil.
El mayor general Carlos Fernando Triana Beltrán confirmó la detención mediante un comunicado oficial difundido en sus redes sociales. “¡Cayó alemán que hirió a 47 personas en una escuela! En Piedecuesta (Santander), en desarrollo de la ofensiva contra el multicrimen y el delito, la Policía, a través de la Oficina Central Nacional de Interpol y en coordinación con la BKA de Alemania, hizo efectiva la Notificación Roja contra el ciudadano Georg Riess, quien se había escapado recientemente de una clínica psiquiátrica de su país”, indicó el alto oficial.
El nombre de Riess está asociado con la tragedia ocurrida el 17 de septiembre de 2009 en el instituto Carolinum-Gymnasium, en Ansbach, Baviera. A las 8:30 de la mañana de ese día, apenas tres jornadas después del regreso de vacaciones, irrumpió en la escuela armado con un hacha, cuchillos, martillos y varios cócteles molotov. Su objetivo, según los investigadores, era asesinar a sus compañeros y luego quitarse la vida.
El medio alemán Bild-Zeitung reportó en ese entonces que el ataque dejó un saldo dramático: ocho adolescentes y un profesor heridos de gravedad en un primer balance. Dos estudiantes de 15 años estuvieron al borde de la muerte: una por un hachazo directo en la cabeza y la otra por quemaduras severas. La policía logró detenerlo luego de dispararle en cinco ocasiones. “El pistolero es Georg R. (18). Un personaje reservado”, describió el diario en 2009.
La escena fue devastadora. Según reconstrucciones judiciales posteriores, Riess había planeado cada detalle. Guardó su mochila con explosivos en un baño del colegio, se puso gafas protectoras y forzó la puerta del aula 10b, donde lanzó un artefacto incendiario. El fuego se extendió rápidamente y los estudiantes salieron corriendo en pánico, sin saber que afuera los esperaba con un hacha en la mano. Golpeó a una alumna que cayó al suelo y le ocasionó un traumatismo craneoencefálico abierto que requirió cirugía de emergencia.
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Los documentos hallados en su computadora revelaron la magnitud de la preparación. En un archivo de 86 páginas, redactado como un diálogo ficticio con una joven, expresaba su odio contra la escuela, la sociedad y la humanidad entera. Allí explicaba su desprecio, sumado a complejos de inferioridad, miedo al fracaso y experiencias de rechazo. La frase “La escuela debe pagar” fue encontrada en un testamento escrito días antes.
El medio Augsburger Allgemeine detalló en 2010 que el juicio contra Riess marcó un precedente jurídico en Alemania por la magnitud de los cargos: 47 intentos de asesinato, dos de homicidio involuntario en grado de tentativa y un cargo de incendio agravado. Durante el proceso, los fiscales demostraron que el joven no actuó en un arrebato, sino que había ideado el ataque con varios meses de antelación.
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Los psiquiatras que lo evaluaron diagnosticaron un trastorno de personalidad y retraso en la madurez emocional. Debido a su estado mental, fue condenado a nueve años de régimen juvenil y sometido a una medida de internamiento psiquiátrico indefinido. Sin embargo, tras más de una década bajo custodia, logró fugarse de la clínica en el 2023. Su ruta de escape incluyó un paso por Brasil antes de establecerse en Bucaramanga, donde intentó ocultarse de las autoridades internacionales.
El contexto familiar y personal de Riess también llamó la atención de la prensa alemana en 2009. Hijo de padres divorciados, vivía con su padre y dos hermanas menores en un barrio residencial de Ansbach. Sus vecinos lo describían como introvertido y distante, alguien que solía vestir un abrigo negro incluso en la escuela, prenda que también usó durante el ataque.
El operativo en Colombia, que culminó con su captura, fue producto de un trabajo de inteligencia internacional coordinado. El mayor general Triana destacó que la cooperación con las autoridades alemanas permitió hacer efectiva la Notificación Roja de Interpol, que ya alertaba sobre su fuga y peligrosidad. “Este individuo fue acusado de perpetrar, el 17 de septiembre de 2009, un ataque armado contra el Carolinum-Gymnasium en Ansbach, utilizando bombas molotov, un hacha, cuchillos, martillos y otros elementos contundentes, que dejó al menos 47 personas heridas, 12 de ellas de gravedad, entre las cuales se encontraban menores de edad”, recordó el comunicado.
LAURA NATHALIA QUINTERO.
NOTICIAS CARACOL DIGITAL.