“Los homosexuales tienen derecho a ser parte de la familia . Son hijos de Dios y tienen derecho a tener una familia. Nadie debería ser expulsado o sentirse miserable por ello”: estas palabras del papa Francisco han despertado todo tipo de reacciones y cuestionamientos.
El padre jesuita Carlos Novoa, doctor en Teología, analizó en Noticias Caracol las declaraciones del pontífice y el alcance de las mismas al interior de la Iglesia católica.
¿La postura del papa sobre la unión de parejas homosexuales tiene algún antecedente?
“Sí, tenía antecedentes porque esta postura del papa Francisco es la emergencia de un hecho mucho más profundo y capital como es su empeño y el empeño del Evangelio para acabar todo tipo de exclusión. Vivimos en un mundo donde excluimos a todo el mundo: a los homosexuales, a las mujeres, a los transexuales, a los niños, a los ancianos, a los enfermos, a los extranjeros. Entonces se ubica precisamente en ese empeño evangélico de lucha contra todo tipo de discriminación, en este caso contra las personas homosexuales y transexuales”
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¿Qué tanto impacta estas afirmaciones dentro del Vaticano y en los fieles más conservadores?
“Permíteme leer una línea para precisar la postura del papa Francisco: 'La gente homosexual tiene derecho a estar en una familia, son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Nadie debería ser expulsado o sentirse miserable por ellos. Lo que tenemos que crear es una ley de unión civil. De esta manera estarán cubierto legalmente…'. El papa Francisco simplemente está reivindicando un derecho fundamental contemplado en la declaración universal de los derechos humanos y es que toda persona tiene derecho a ubicarse en una familia. Y por eso él propone una ley de unión civil. Evidentemente la iglesia Católica, como en toda comunidad humana, hay posturas muy diversas y hay posturas muy conservadoras que, me imagino yo, no les gustará para nada esta postura del papa Francisco absolutamente evangélica”.
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¿Cambia en algo la posición histórica frente a la unión de parejas del mismo sexo?
“Sí va cambiando porque hasta hace poco no se veía con buenos ojos esta ley de unión civil y, entonces, muchos sectores de la Iglesia insistían en que no era legítima esta ley. El papa Francisco simplemente reivindica la separación entre la Iglesia y el Estado, que es asumida por el concilio vaticano segundo. Y por supuesto, desde el punto de vista católico, no nos resulta claro el sacramento del matrimonio para las parejas homosexuales. Eso es en nuestro ámbito católico. Pero en el ámbito civil autónomo hay todo derecho para que, como él dice, se organice una ley de unión civil y el Estado proteja estas parejas que merecen ser protegidas, como merecen ser protegidas todas las parejas que se ubican en una república”.
Es decir, habla de la protección de los derechos civiles, pero no una reforma religiosa a un sacramento que les permita a ellos casarse ante la Iglesia…
“Evidentemente no, el papa no ha hablado ni de sacramento ni de matrimonio, pero lo que dice es que ellos tienen derecho a una familia. Esa pareja debe ser protegida por el Estado y por eso él propone la creación de una ley de unión civil. Lamentablemente hay sectores en la Iglesia que tampoco ni siquiera están de acuerdo con esa ley de unión civil”.
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